Dios de gracia, justicia y paz:

Te damos gracias
por la actividad y el testimonio del Consejo Mundial de Iglesias en los últimos 70 años.

Te reconocemos, Dios nuestro,
como aquel que inspiró a las iglesias a formar el CMI, en Ámsterdam, en 1948.

Desde entonces, el CMI ha llevado a cabo importantes asambleas,
que a través de ti, Dios, han inspirado y alentado a las personas
hasta la asamblea más reciente, en Busan (Corea del Sur), en 2013.

El CMI ha sido una voz profética,
que ha buscado llevar la preocupación de Cristo por las personas y, sin duda, por la Creación misma,
sobre todo allí donde hay sufrimiento y discriminación.

Reuniendo a las personas en conferencias celebradas en todo el mundo y en Ginebra,
el CMI ha fomentado la reflexión de las iglesias
y les ha permitido comprender mejor Tu misión, Dios nuestro, en estos tiempos.

Te damos gracias por la guía que nos proporciona tu Santo Espíritu en cuanto a la labor del CMI,
y por sus múltiples documentos y actividades importantes.

Damos gracias especialmente por los secretarios generales
y por sus formas de dar testimonio de ti, nuestro Dios Trino, y de tu voluntad para el mundo.

Con la mirada puesta en el futuro,
oramos para que el Espíritu continúe guiando e inspirando el trabajo del CMI.

Que sus dirigentes siempre miren a Jesús, el Señor de la iglesia y el Señor de todo.

Ayuda al CMI para que siga siendo una voz para ti,
para que participe en tu misión e indique a las personas el camino hacia tu Hijo.

Esto oramos en el nombre y en el Espíritu de Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

 

(Rev. Dr. Chris Walker,
consultor nacional de unidad cristiana, doctrina y culto de la Iglesia Unida en Australia)