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El Secretario General, Olav Fykse Tveit, con niños en un campo de refugiados en Idomeni, cerca de Polykastron Idomeni, en la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia. © CMI/Marianne Ejdersten

El Secretario General, Olav Fykse Tveit, con niños en un campo de refugiados en Idomeni, cerca de Polykastron Idomeni, en la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia. © CMI/Marianne Ejdersten

Los representantes del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) visitaron Grecia del 14 al 18 de octubre para reforzar las iniciativas en apoyo a los refugiados en Europa y Oriente Medio.

A pesar de que el ventoso tiempo otoñal ha afectado a las rutas marítimas desde Turquía durante las últimas semanas, la llegada de refugiados y migrantes sigue aumentando. Grecia sigue siendo, con diferencia, el principal punto de entrada en el Mediterráneo para quienes siguen llegando.

El número total de refugiados y migrantes que ha cruzado este año el Mediterráneo ronda actualmente los 530 000. En septiembre 168 000 personas cruzaron el Mediterráneo, la cifra mensual más alta jamás registrada, y casi cinco veces la registrada en septiembre de 2014.

La delegación se unió el viernes al metropolitano Dimitrios de Gomenissa en una visita a un campo de refugiados en Idomeni, cerca de Polykastron Idomeni, en la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, donde pudieron escuchar a los refugiados hablar de sus experiencias y expectativas.

El jefe de la delegación, el Secretario General del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, declaró: “Me gustó ver cómo los residentes y voluntarios recibían a las personas, afirmando su dignidad humana en semejante situación. Lo que más me impresionó fue ver cómo los refugiados conservan sus cualidades humanas del cuidado, la dignidad y la esperanza. Esta es una lección para todos nosotros, especialmente para las iglesias de Europa”.

Y añadió: “Este es un momento crítico para las iglesias y sus sociedades. Veo un valioso testimonio de los cristianos en Grecia. Estamos orgullosos de ver que las iglesias han respondido con amor y solidaridad. Debemos seguir siendo fieles a nuestra misión y nuestros valores. Permanezcamos unidos como una sola comunidad”.

La visita solidaria del CMI fue organizada por el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla y la Iglesia de Grecia. La delegación incluyó asimismo a Su Excelencia el metropolitano Prof. Dr. Gennadios de Sassima, vicemoderador del Comité Central del CMI; y a Marianne Ejdersten, Directora del Departamento de Comunicación del CMI. La Dra. Dimitra Koukoura, miembro del Comité Central del CMI, se unió a la delegación en Salónica.

En Grecia los delegados se reunieron con el arzobispo Jerónimo de Atenas y de toda Grecia y el metropolitano Gabriel de Nea Ionia.

La Iglesia de Grecia estuvo representada en los encuentros por el metropolitano Klimis de Metana, secretario principal del Santo Sínodo; el metropolitano Athenagoras de Ílion, Acharnon y Petroupoli, presidente del Centro de Integración de los Trabajadores Migrantes del Programa Ecuménico de Refugiados; el archimandrita Crisóstomo Simeonides, director del Centro de Integración de los Trabajadores Migrantes (Programa Ecuménico de Refugiados); el archimandrita Ignatius Soteriades, secretario de la Comisión sinodal para las relaciones interortodoxas e intercristianas; el archimandrita Maximos Pafilis, del Comité sinodal para las relaciones interortodoxas e intercristianas; y la señora Evelina Douris, Secretaria para los Refugiados del Programa Ecuménico de Refugiados. La delegación también se reunió con los directores de Apostoli Mission y la representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Grecia, Alessandra Morelli, coordinadora superior de operaciones.

El jueves por la mañana los delegados se reunieron con representantes de la Iglesia de Grecia, y tuvieron la oportunidad de intercambiar puntos de vista y de encontrar formas de intensificar la cooperación entre el CMI y la Iglesia de Grecia.

Durante la reunión se dieron a conocer extensos informes detallando las dificultades que afronta el país debido a la situación de los refugiados en Europa y a la crisis humanitaria provocada por el desplazamiento masivo de población que, procedente principalmente de la región de Siria, atraviesa Turquía y Grecia para llegar al resto de Europa.

El metropolitano Klimis de Metana aludió a la labor del Programa Ecuménico de Refugiados en Grecia en colaboración con las iglesias locales y un gran número de voluntarios. El archimandrita Chrysostomos Simeonides mencionó las acciones específicas y concretas del Centro y las alianzas que ha establecido con el ACNUR, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Salud y otros organismos de Grecia y del extranjero.

El archimandrita Ignatius Soteriades habló sobre la actividad del Comité sobre las relaciones interortodoxas e intercristianas, mientras que la señora Evelina Douris hizo hincapié en la necesidad de encontrar de inmediato un paso seguro a Europa para los migrantes –a fin de que los traficantes dejen de aprovecharse de ellos– y de facilitarles rápidamente documentos de inmigración.

Ese mismo día por la tarde la delegación visitó al arzobispo Jerónimo. En la reunión, que contó también con la presencia del metropolitano Gabriel de Nea Ionia, los participantes hablaron sobre la dimensión política de la migración, las posiciones de los primados de las iglesias de Europa y las consecuencias humanitarias que tendría un agravamiento de la situación.

El arzobispo Jerónimo agradeció al CMI su visita a Grecia y subrayó la necesidad de ofrecer una solución internacional para ayudar a los refugiados y de hacer respetar el derecho internacional. El arzobispo, recién llegado de una de sus visitas semanales a las zonas afectadas del país, declaró: “Esto es solo el principio, no sabemos lo que nos espera en los próximos meses. Pronto llegará el invierno y la situación de los refugiados será verdaderamente crítica”.

La representante del ACNUR, Alessandra Morelli, destacó que “el ritmo y la magnitud de las llegadas a Grecia siguen ejerciendo una enorme presión sobre el gobierno y sobre muchas comunidades. Aunque las autoridades se han esforzado en mejorar las instalaciones y las operaciones de recepción y registro en las islas, aún están desbordadas”.

En el ACNUR preocupa que la falta de capacidad de acogida en Grecia pueda poner en grave peligro el programa de reubicación acordado por el Consejo Europeo, puesto que los refugiados que cumplen los requisitos para ser aceptados como tales no tienen dónde quedarse mientras esperan a ser reubicados. Si no se pone remedio de inmediato a esta situación es probable que continúen los movimientos secundarios a los países vecinos.

Morelli también declaró: “Nuestra labor se concentra en trabajar con las autoridades locales, ONG, iglesias y gobiernos centrales y darles nuestro apoyo para mejorar su respuesta, ayudando en el proceso de registro, facilitando información a los refugiados, detectando a las personas con necesidades específicas y derivándolas a donde corresponda, y brindando asistencia para mejorar las condiciones de recepción. El ACNUR también está prestando ayuda humanitaria básica”.

Apostoli en Grecia (en griego)

Las Caridades Cristianas Ortodoxas Internacionales (IOCC) en Grecia

ACT Alianza en Grecia

Cobertura de la visita en un comunicado de prensa local (en griego)

Informe de la Iglesia de Grecia sobre la visita solidaria del CMI (en griego)

Declaración sobre las respuestas a las crisis migratorias

Proyecto de la Comisión de las Iglesias para los Migrantes en Europa: Un paso seguro (en inglés)

ACNUR en Grecia