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Lights burn in the Saint Anne's Basilica, Jerusalem

Photo: Albin Hillert/WCC

“Durante este mes de Ramadán, nos ha impresionado, como siempre, el compromiso de los musulmanes con la disciplina del ayuno, con el recuerdo de las necesidades de los pobres y de los hambrientos, y con el perdón mutuo", escribió el Rev. Sauca. "En estos momentos de profundo sufrimiento e incertidumbre en todo el mundo, oramos para que Dios conceda la sanación y la paz a todas sus comunidades".

“Estamos actualmente muy preocupados en particular por los recientes acontecimientos en Jerusalén, en especial la extrema gravedad de los eventos que involucran a los lugares santos, y hemos hecho un llamado a todas las partes para que se abstengan de más violencia y acciones provocativas, con el fin de evitar una mayor escalada."

El Rev. Sauca realizó la reflexión de que, en el último año, todos hemos experimentado importantes limitaciones en cuanto a nuestra libertad de participar en el culto público. "Esta ha sido una dura prueba para todas nuestras comunidades", escribió. "Damos gracias por todos los que han trabajado arduamente para desarrollar vacunas y oramos para que las bendiciones que aportan las vacunas se repartan entre todos los pueblos del mundo de la forma más rápida y equitativa posible".

“En estos tiempos difíciles, la solidaridad de todos los seres humanos se ha hecho más presente que de costumbre”, añadió. "Por lo tanto, nosotros  en el Consejo Mundial de Iglesias esperamos seguir atendiendo las necesidades de todos nuestros prójimos en solidaridad con ustedes, nuestros amigos musulmanes". "Que Dios nos ayude a trabajar juntos como pacificadores en el mundo".

Carta de saludo del CMI