En su alocución durante la “Consulta al cumplirse 50 años de ocupación y de respuesta ecuménica”, celebrada en la Tierra Santa, el Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, dijo que la mejor manera de conmemorar la tragedia de los 50 años de ocupación era escuchando atentamente a esos testigos de la esperanza que viven bajo la ocupación y padecen sus graves consecuencias en su vida diaria.
“Ningún pueblo debería vivir bajo ocupación”, dijo el Rev. Tveit. “Ningún pueblo debería verse privado del derecho a una verdadera autodeterminación. Ningún Estado debería violar de forma constante, durante 50 años, los derechos humanos de otro pueblo”.
Esos cincuenta años de ocupación son una parte de la historia mundial de la que el mundo debería avergonzarse, continuó el Secretario General del CMI. “Sin embargo, nunca es demasiado tarde para poner fin a la ocupación. Es posible convertir una tragedia generada por las acciones humanas en una situación de esperanza”.
En su discurso de apertura, el patriarca católico emérito Michel Sabbah dijo: “Todos los israelíes y todos los palestinos, así como todos los que creen en la santidad de esta tierra, se preguntan si seguirá siendo para siempre una tierra de muerte, en lugar de ser lo que es, lo que Dios la llamó a ser, una tierra de promesas, de ‘leche y miel’, una tierra de resurrección”.
El patriarca Sabbah añadió: “La sanación política y humana de Jerusalén será también la sanación de la región y de muchas conciencias, aquí y en el resto del mundo”.
“Los líderes mundiales han renunciado a sus deberes”, afirmó el patriarca, “¿renunciarán también las iglesias del mundo silenciando su voz profética y sus acciones? La única esperanza que queda es la acción de las iglesias y su voz profética”.
“Educad a vuestros pueblos y a vuestros líderes políticos”, zanjó el patriarca Sabbah.
No hay forma moral, ni siquiera política, de defender esta ocupación, dijo el Rev. Tveit en su presentación, “la ocupación es la puerta a tantas cosas a las que hay que poner nombre: discriminación, opresión, acoso, reducción de la libertad de desplazamiento de otros, arrebatar la esperanza y el futuro a las próximas generaciones, llevar al otro a la desesperación y a tomar medidas desesperadas, sitio y bloqueo, ejecuciones extrajudiciales, detención y asesinato de los dirigentes políticos de otro pueblo, castigo colectivo de familias y comunidades, demolición de casas con buldócer, apropiación de tierras, anexión de tierras ajenas, confiscación de tierras y propiedades privadas, colonización…”.
La consulta, celebrada del 20 al 22 de junio, dio a los participantes la oportunidad de escuchar los testimonios de líderes de iglesias, jóvenes, mujeres, niños y otras personas que viven hoy bajo la ocupación. También hablaron expertos académicos y representantes gubernamentales. En los tres días de duración del evento también se llevaron a cabo estudios bíblicos y sesiones sobre estrategias de sensibilización.
En una carta abierta al CMI y a todos los que forman parte del movimiento ecuménico, la Coalición Nacional de Organizaciones Cristianas en Palestina describió la situación de injusticia en que se vive en la Tierra Santa y formuló recomendaciones para las iglesias de todo el mundo que podrían llevar la justicia y la paz a Palestina e Israel.
Mensaje de bienvenida del Patriarca emérito Michel Sabbah, 20 de junio de 2017 (en inglés)
Campaña “Seek #JusticeAndPeace in the Holy Land”
Iglesias y Oriente próximo: solidaridad y testimonio por la paz