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Con música sacra de fondo, se leyeron los nombres de todos los fallecidos, mientras los asistentes lloraron la pérdida de sus seres queridos, quienes se fueron dejando un legado de dedicación a sus familias, a sus comunidades y al movimiento ecuménico. Sus nombres figuran asimismo en una sección especial creada en el sitio web del CMI.
La oración estuvo iluminada por el tema de la 11ª Asamblea: “El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad”.
Los asistentes agradecieron a Dios por el valor, la visión y el arduo trabajo de los fallecidos. “Dios eterno, te damos gracias por los fieles discípulos de cada generación y por la comunión de los santos, que trasciende el tiempo y el espacio”, oraron al unísono; “Nos regocijamos en su sabiduría, su conocimiento y sus numerosos dones, y en su inquebrantable compromiso con la unidad”.
La oración también pidió a Dios ayuda para quienes viven con tristeza y dolor, para las personas que se sienten perdidas y están traumatizas por la COVID-19. “Al recordar a aquellos cuyos nombres hemos pronunciado, oramos también por todos los que han fallecido durante esta pandemia, por las personas que estos dejaron atrás y por quienes están en duelo”, oraron. “Oramos por quienes anhelan la esperanza, la verdad y el amor, y que te buscan con todas sus ganas”.
Finalmente, el Comité Central del CMI pidió en su oración fuerzas para afrontar las siguientes etapas del viaje: “Nos ponemos en tu manos, Dios, en el tiempo y en la eternidad” (...) “Estamos convencidos de que Tú, Dios, estás con nosotros”.
Voces de lamento, esperanza y aliento: Semana de oración en tiempos de la pandemia de COVID-19
