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Varias organizaciones religiosas presentaron importantes aportaciones en la audiencia de la sociedad civil que tuvo lugar el 6 de abril en Nueva York, como antesala a la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA que se celebrará del 8 al 10 de junio también en Nueva York.

La Alianza Ecuménica de Acción Mundial del Consejo Mundial de Iglesias (CMI-AEAM) hizo una intervención en la que resumió las medidas principales que los Gobiernos deben adoptar para poner fin al SIDA para 2030. Por su parte, los asociados del CMI-AEAM hicieron referencia, entre otras cuestiones, a las alianzas de los Gobiernos con las organizaciones religiosas, la eliminación del estigma y la discriminación, la financiación, los acuerdos de patente relativos al tratamiento y la necesidad de un nuevo marco de investigación y desarrollo.

En su intervención en la audiencia de la sociedad civil, Francesca Merico, coordinadora de la campaña del VIH para el CMI-AEAM, describió cinco áreas en las que los Gobiernos deben centrar sus esfuerzos: abordar las causas profundas de la vulnerabilidad al VIH, velar por que no se deje a nadie de lado, eliminar el estigma y la discriminación, proporcionar recursos sostenibles y previsibles, y crear un mecanismo claro para la rendición de cuentas por lo que respecta al cumplimiento de los compromisos acordados.

“Se ha logrado mucho, pero todavía queda mucho por hacer: 37 millones de personas viven con el VIH y 22 millones de ellas aún no reciben tratamiento”, afirmó Merico. “Los niños son dejados de lado de una manera desproporcionada. La mitad de las personas que viven con el VIH desconoce su estado serológico”.

Gershom Kapalaula, encargado del programa de VIH y SIDA de la Red zambiana de dirigentes religiosos que viven con el VIH y el SIDA o están personalmente afectados, también es miembro del Equipo de Tareas de las Partes Interesadas establecido por el presidente de la Asamblea General de la ONU en colaboración con ONUSIDA. En su presentación, dijo que las organizaciones religiosas presentes en la audiencia estaban sinceramente comprometidas en trabajar a favor de “la dignidad de las personas que viven con el VIH, de una actitud de atención y solidaridad que rechaza todas las formas de estigma y discriminación, de un clima abierto de diálogo que permita abordar las sensibles causas de fondo del VIH y el SIDA, y de firmes iniciativas de promoción y defensa destinadas a movilizar todos los recursos necesarios para ofrecer una respuesta mundial eficaz a la pandemia”.

Asimismo, Kapalaula expresó preocupación por el hecho de que muchas organizaciones religiosas permanecen en los márgenes de la respuesta nacional al SIDA por diversos motivos, a pesar de que se ha demostrado que estas organizaciones son –y han sido– uno de los principales proveedores de servicios relacionados con el VIH, sobre todo a poblaciones desatendidas por los Gobiernos y otros proveedores de servicios. “El valor de las alianzas debe medirse en función del grado en que contribuyen a reducir el número de personas que contraen el VIH y a disminuir la carga que recae sobre las personas que viven o están afectadas por el virus”, observó.

Los líderes religiosos también expresaron preocupación por el estigma y la discriminación. El Rev. Michael Schuenemeyer, director ejecutivo de la Red de VIH y SIDA de la Iglesia Unida de Cristo en los Estados Unidos, abordó el estigma como un problema generalizado que sigue haciendo aumentar las tasas de infección por el VIH y las deficiencias en materia de tratamiento, atención y apoyo. “Eliminar el estigma es fundamental para frenar la propagación del VIH y poner fin a las muertes relacionadas con este virus. Me refiero a los prejuicios, actitudes negativas y maltratos contra las personas que viven con el VIH, un obstáculo importante que sigue impididiendo proporcionar respuestas eficaces a la epidemia del VIH a escala mundial”.

Según Schuenemeyer, algunas instituciones religiosas, así como las creencias religiosas de determinadas personas, desempeñan un papel significativo en la estigmatización relacionada con el VIH. “Sabemos, los hechos lo demuestran, que las consecuencias de la estigmatización son múltiples y que pueden experimentarse a causa del estado, real o supuesto, en relación con el VIH, la orientación sexual o la identidad de género de una persona”.

Astrid Berner-Rodoreda, asesora en materia de políticas sobre el VIH para Pan para el Mundo, pidió que se clarificaran las nuevas cifras proporcionadas en el informe del secretario general de la ONU que reducen las necesidades financieras en 6 mil millones USD, lo cual tiene repercusiones en el número de muertes y nuevas infecciones que pueden prevenirse. El acceso a los medicamentos más novedosos también estuvo en su punto de mira. “Necesitamos un nuevo paradigma”, afirmó. “Las patentes no han sido la solución para la adquisición de medicamentos asequibles, sino que son parte del problema. La reunión de alto nivel debería pronunciarse claramente a favor del establecimiento de un nuevo marco de investigación y desarrollo, de lo contrario no dispondremos de un tratamiento de por vida para todas las personas”.

El CMI-AEAM sigue fomentando el diálogo con las empresas farmacéuticas para garantizar un tratamiento accesible y asequible, en particular para los niños. Su campaña sobre el VIH, “Vivir la Promesa”, impulsa específicamente acuerdos globales entre las farmacéuticas y el Banco de Patentes de Medicamentos.

Las semanas previas a la reunión de alto nivel de junio constituyen un período decisivo durante el cual el CMI-AEAM continuará apoyando a los dirigentes y representantes religiosos en sus encuentros con las autoridades gubernamentales de sus respectivos países para debatir y ayudar a redactar una nueva declaración política eficaz.

“Cuanto más hablemos al unísono y actuemos juntos, mejor se oirán nuestras voces”, concluyó Merico.

La Alianza Ecuménica de Acción Mundial (AEAM), una iniciativa ecuménica del Consejo Mundial de Iglesias, es una red mundial de iglesias y organizaciones asociadas unidas en el compromiso de defender causas comunes en materia de justicia y dignidad humana. Actualmente, los temas de sus campañas son el VIH y el SIDA, la seguridad alimentaria y la agricultura sostenible.

La campaña “Vivir la Promesa” de la AEAM intenta que se siga dando prioridad a la respuesta al VIH y el SIDA, a la eliminación del estigma y a las importantes aportaciones de las organizaciones religiosas a la visión “Llegar a Cero”: cero nuevas infecciones, cero discriminaciones y cero muertes relacionadas con el SIDA.

Enlaces relacionados:

Más información sobre la campaña “Vivir la Promesa” de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial

El CMI exhorta a que la respuesta al VIH esté guiada por las normas de derechos humanos

(Comunicado de prensa del CMI del 11 de marzo de 2016, en inglés)