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Foto: Bene16

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Este año, el Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, se centra en la diabetes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su primer informe mundial sobre la diabetes, en el que se revela que el número de adultos que viven con diabetes se ha casi cuadruplicado desde 1980, ascendiendo a 422 millones, es decir el 8,5% de la población adulta mundial.

Tan solo en 2012, la diabetes causó 1,5 millones de muertes. Las complicaciones relacionadas con esta enfermedad pueden provocar accidentes cardiovasculares, ceguera, insuficiencia renal y la amputación de las extremidades inferiores. La obesidad es el principal factor que explica este acusado incremento.

En respuesta a este informe, la profesora Isabel Phiri, secretaria general adjunta del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), instó a las comunidades religiosas, las congregaciones y las instituciones relacionadas con las iglesias a promover hábitos alimentarios saludables y el ejercicio físico a fin de ayudar a la población a no engordar en exceso. “Hemos de velar por que nuestras comunidades religiosas proporcionen entornos propicios que alienten a la gente a optar por alimentos bajos en grasas y azúcares y a aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales completos y frutos secos. También debemos alentar a integrar el ejercicio físico en nuestra rutina diaria. El cuerpo es el templo de Dios. ¡Cuidemos de nuestros cuerpos! Como personas de fe, ayudémonos unos a otros a ser una comunidad sana y creyente”.

La diabetes es una enfermedad crónica grave que se caracteriza por un nivel elevado de glucosa en la sangre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina (tipo 1) o cuando no puede utilizarla adecuadamente (tipo 2). Es una de las cuatro enfermedades no transmisibles más comunes, junto con las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas. El consumo de tabaco, las dietas malsanas, la inactividad física y el consumo nocivo de alcohol pueden conducir a índices más altos de diabetes. Si bien se desconocen las causas exactas de la diabetes de tipo 1, el riesgo de contraer la diabetes de tipo 2 viene determinado por factores de tipo genético y metabólico, y la obesidad y la inactividad física constituyen unos de los principales factores de riesgo. La alimentación durante la gestación y la primera infancia tienen una incidencia en los riesgos de contraer la enfermedad en el futuro.

La obesidad está aumentando drásticamente en todo el mundo. En 2014, uno de cada tres adultos tenía sobrepeso, y uno de cada diez adultos era obeso. Antaño considerado un problema que solo afectada a los países de altos ingresos, en la actualidad la obesidad está experimentando un radical incremento en los países de ingresos bajos y medios, en particular en los entornos urbanos.

Mientras que las consecuencias económicas de la diabetes a escala mundial son catastróficas, con un coste anual directo estimado en 827 mil millones USD, la industria de la alimentación y las bebidas consigue grandes beneficios a costa de los hábitos no saludables de comida y bebida de la población. Se ha demostrado que una imposición efectiva de las bebidas azucaradas y una restricción de la comercialización de los alimentos malos para la salud conllevan beneficios significativos para la salud y la economía de la sociedad. Los países escandinavos aplican este tipo de fiscalidad desde hace muchos años y, en 2012, Francia y Hungría se sumaron a ellos, seguidos de México en 2014. Por su parte, Sudáfrica y el Reino Unido empezarán a imponer impuestos a las bebidas azucaradas a partir de 2017 y 2018 respectivamente.

El profesor Dr. Henk Jochemsen, miembro del Grupo Internacional de Referencia de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial del CMI (CMI-AEAM), dijo que “como comunidades religiosas, tenemos que exigir a todas nuestras naciones que sean responsables y adopten una fiscalidad eficaz sobre las bebidas azucaradas y restrinjan la comercialización de los alimentos nocivos para la salud. Es fundamental que los países apliquen instrumentos jurídicos para obtener resultados en materia de políticas y lograr los objetivos de salud pública. El dinero recaudado mediante este tipo de imposición debería invertirse de forma transparente en promover la salud pública”.

El Dr. Manoj Kurian, coordinador del CMI-AEAM, expresó preocupación porque el sistema alimentario está siendo amañado en contra de los pobres, de modo que la dieta a menudo no es una opción. “En un mundo en el que cientos de millones de personas están desnutridas, mientras 500 millones sufren de obesidad, cabe decir que los enfoques empresariales han producido una separación artificial entre la nutrición y el establecimiento de sistemas alimentarios sostenibles, dando lugar a una compartimentación de soluciones técnicas basadas en los productos que ignoran los determinantes sociales, económicos, políticos, medioambientales, culturales y de salud”, observó.

El CMI trabaja en el ámbito de la seguridad alimentaria por medio de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial y de su campaña mundial “Alimentos por la Vida”.

Junto con la prioridad de una detección y un tratamiento precoces de las complicaciones de la diabetes, actualmente un reto importante que se plantea es el acceso a la insulina a un precio asequible. Las personas con diabetes de tipo 1 no pueden sobrevivir sin insulina y las que padecen diabetes de tipo 2 a menudo también la necesitan. En los países de ingresos bajos se paga más por la insulina que en los países de ingresos medios y bajos.

La Rev. Nyambura Njoroge, que orienta la labor del CMI en el ámbito de la salud y la sanación, dijo que “es inaceptable que solo el 23% de los países de renta baja dispongan de insulina para las personas que la necesitan. La diabetes es cada vez más común, incluso en los países más pobres. Los proveedores de servicios de salud proporcionados por instituciones de carácter religioso deben trabajar en colaboración con los gobiernos y las organizaciones internacionales a fin de aumentar la concienciación, la capacidad y los recursos disponibles para una detección y un tratamiento precoces de la diabetes”.

El Centro Ecuménico de Ginebra organizó varias actividades para el Día Mundial de la Salud, tales como un cuestionario, debates sobre la alimentación en la cafetería y una promoción de detección de la diabetes en colaboración con la OMS, el Hospital Universitario de Ginebra y la Asociación Ginebrina de Diabetes.

Campaña “Alimentos por la Vida”

Programa de salud y sanación del CMI

Organización Mundial de la Salud

Observatorio del Derecho a la Alimentación y la nutrición