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Durante sus conversaciones, hablaron de Ucrania y Rusia, Palestina e Israel, el Sudán, el Níger y otros países donde se han puesto en marcha iniciativas de paz.
Pillay y Ramaphosa compartieron su preocupación mutua por la violencia y los conflictos en el mundo entero y en Sudáfrica en particular, que incluyen la restricción de la carga eléctrica, el desempleo, las desigualdades, el crimen, la corrupción y la lenta respuesta a la Comisión de Investigación Judicial sobre las acusaciones de captura del Estado, corrupción y fraude en el sector público.
Pillay, que ofreció una oración por el presidente al finalizar la reunión, estuvo acompañado por el secretario general del Consejo de Iglesias de Sudáfrica, obispo Malusi Mpumlwana, que organizó la reunión.
“Me produjo una gran satisfacción debatir varias cuestiones mundiales y locales”, dijo Pillay. “Al presidente Ramaphosa le complació tener noticias de la labor que realiza el CMI y, sobre todo, de nuestras iniciativas de paz en tantas partes convulsas del mundo”.
Pillay añadió que afirmó la importancia del papel de Ramaphosa junto con dirigentes africanos a la hora de tratar de instaurar la paz en Ucrania y Rusia. “Le insté a que continuara sus conversaciones con el presidente Putin buscando el diálogo por la paz y el fin de la guerra”, dijo Pillay. “Ramaphosa mencionó el papel que Sudáfrica desempeñó al desbloquear el problema del suministro de grano y se mostró esperanzado con respecto a los diálogos por la paz en Ucrania”.
Pillay concluyó: “Quedé gratamente impresionado por las respuestas del presidente Ramaphosa a las cuestiones muy difíciles y complejas que le planteé, además de una discusión muy franca sobre los desafíos en Sudáfrica”.
Iglesias miembros del CMI en Sudáfrica
