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“Anhelamos la paz y la justicia, el fin de un ciclo aparentemente interminable de violencia y sufrimiento, y que se aborden sus causas profundas”, afirma la declaración. “Deploramos el lamentable fracaso de la comunidad internacional y de los líderes políticos de la región, que no han persistido en la búsqueda de una paz sostenible basada en la justicia y el respeto mutuo de la igualdad de derechos y dignidad humana de todos, y que han perpetuado el ciclo de violencia”.
El órgano rector del CMI también elevó ante Dios al pueblo sufriente y traumatizado de la tierra natal de Jesucristo. “Destacamos especialmente las consecuencias de por vida y potencialmente intergeneracionales del terrible trauma que sufren los niños y niñas tanto en Palestina como en Israel”, continúa el texto de la declaración. “Oramos por la paz en esta tierra; una paz sostenible y justa fundada finalmente en el reconocimiento y el respeto de la dignidad humana dada por Dios y la igualdad de derechos humanos de todas las personas —israelíes y palestinas, judías, musulmanas y cristianas por igual— en lugar de una falsa “paz” impuesta por la ocupación y la fuerza de las armas que no puede ni debe sostenerse”.
El Comité Ejecutivo hizo un llamado a todas las partes para que respeten la vida y la dignidad que Dios ha dado a todos los seres humanos, así como los principios del derecho internacional humanitario, especialmente la protección de la población civil y de las infraestructuras civiles, incluidos los hospitales (como los hospitales al-Ahli, al-Shifa y al-Quds), los lugares de culto y los lugares sagrados (como la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio) y las instalaciones de la ONU, y pidió que se rindan cuentas de forma plena e imparcial ante la justicia por todas las violaciones de estos principios, cualquiera que sea su autor.
La declaración también pide “la liberación inmediata e incondicional y el regreso seguro de todos los rehenes”, así como “un alto el fuego inmediato y la apertura de corredores humanitarios”, y que “se garantice la distribución y el suministro sin restricciones de ayuda humanitaria esencial, como agua, alimentos, suministros médicos y combustible, y el restablecimiento de los servicios de electricidad e internet en Gaza”.
Declaración del Comité Ejecutivo del CMI sobre la guerra en Palestina e Israel
