Consejo Mundial de Iglesias

COMITÉ EJECUTIVO

Bossey (Suiza)

7-12 de junio de 2017

Doc. No. 12 (final)

Proyectos de Declaraciones sobre Cuestiones de Actualidad

 

¡Del Señor son la tierra y su plenitud! ¡Del Señor es el mundo y sus habitantes! (Salmos 24:1)

 

El Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), reunido en Bossey (Suiza), del 7 al 12 de junio de 2017, expresa su profunda decepción por la reciente decisión del presidente de los Estados Unidos de retirarse del Acuerdo de París alcanzado en diciembre de 2015.

La decisión del presidente de los Estados Unidos de retirar el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y de financiar el Fondo Verde para el Clima tiene graves consecuencias para los empobrecidos y vulnerables, para los hijos de nuestros hijos y para el planeta entero, poniendo en peligro el acceso de las personas a agua limpia, alimentos, refugio y medios de subsistencia seguros, y socavando los esfuerzos por la sostenibilidad del medio ambiente y por la paz.

Partiendo de la base de pruebas científicas abrumadoras que confirman que el cambio climático es real, se está acelerando y está provocado en gran medida por la actividad humana, y sabiendo que el cambio climático es un importante obstáculo para el disfrute de los derechos humanos no solo de los más vulnerables, sino de todas las personas, recae sobre todos nosotros la responsabilidad de hacer cuanto esté a nuestro alcance para detener ahora las emisiones con el fin de ralentizar este proceso que ya es peligroso.

El CMI siempre ha hecho hincapié en que los países ricos e industrializados, como es el caso de los Estados Unidos, tienen la obligación moral y ética de actuar primero y de hacerlo de inmediato. Los Estados Unidos podrían haber dado un poderoso ejemplo de lo que significa ser un miembro responsable de la comunidad internacional que rinde cuentas y ama la justicia al responder a este desafío mundial. En vez de ello, la administración estadounidense actual ha elegido alejarse de un futuro mejor –también para sus propios ciudadanos– desde las perspectivas medioambientales y económicas.

El Comité Ejecutivo del CMI:

  • Insta al Gobierno de los Estados Unidos a que reconsidere su decisión a la luz de las repercusiones medioambientales, económicas y existenciales sobre sus propios ciudadanos y el mundo entero.
  • Manifiesta su solidaridad y apoyo a las iglesias, los consejos nacionales y estatales de iglesias y las organizaciones relacionadas con las iglesias de los Estados Unidos en sus esfuerzos para responder a este cambio partiendo de la base de sus compromisos de fe con la justicia, la paz y la integridad de la creación.
  • Reconoce y aplaude la respuesta de algunos estados, municipios, empresas y otras organizaciones y comunidades de los Estados Unidos que reafirman su compromiso de acatar los principios del Acuerdo de París a pesar de la retirada de su Gobierno.

El CMI comparte la convicción de que el cambio hacia un futuro sostenible y bajo en carbono es imprescindible y ya imparable. Como iglesias, seguiremos trabajando aún con más empeño con los movimientos, los grupos multirreligiosos y los gobiernos de ideas afines para aumentar la resiliencia al clima de las comunidades. Como cristianos, no solo tenemos esperanza, sino que también expresaremos esa esperanza en nuestras acciones.