El secretario general electo del Consejo Mundial de Iglesias, Rev. Dr Samuel Kobia, habló en su primer encuentro con la prensa de la contribución que espera aportar como africano a su función. 

Kobia subrayó en primer lugar "la capacidad y habilidad de los africanos de celebrar la vida aun en medio de la muerte y de tener esperanza aun en medio de la desesperanza". "Como muchos africanos, he atravesado personalmente situaciones muy difíciles y lo que me ha sostenido es la capacidad de tener esperanza", afirmó. 

Evocando el concepto de "ubuntu", el secretario general electo explicó que esa palabra zulú designa "aquello que hace humanos a los seres humanos", y que los sostiene en sus luchas. Un concepto, explicó, que tiene que ver con la dimensión relacional de la vida humana, la que permite a las personas crecer juntas como seres humanos. 

Kobia, quien se reconoció como alguien abierto a escuchar, también explicó provenir de una cultura que utiliza el consenso para la toma de decisiones, algo que está en sintonía con recientes decisiones del Comité Central del CMI. 

Al referirse a las temáticas fundamentales de la organización para los próximos años y rumbo a la Asamblea de 2006 en Porto Alegre, enfatizó que "la dignidad humana, la integridad de la creación y el diálogo interreligioso tendrán un gran énfasis". 

Kobia también subrayó que una de las principales funciones del CMI es la de promover el crecimiento de la conciencia ecuménica en las iglesias miembros y, de manera especial, en las generaciones jóvenes. "El desafío no es simplemente exhortar a la gente a interesarse en el movimiento ecuménico, sino desarrollar la conciencia ecuménica que transforma las actitudes y las relaciones", dijo. 

"Estar juntos, trabajar juntos y caminar juntos es lo que nos ayudará a permanecer juntos. Nuestra fortaleza descansa en nuestra unidad. Este es un peregrinaje espiritual que necesitamos realizar para cumplir la oración de Jesucristo para los cristianos: 'que todos sean uno para que el mundo crea'", apuntó. 

Con respecto a la nueva configuración del movimiento ecuménico, una de las iniciativas que el Consejo viene desarrollando desde la reunión del Comité Central en 2002, Kobia enfatizó la importancia de la consulta que tendrá lugar en Antelias, Líbano, en el mes de noviembre. "Espero que seamos capaces de discutir de manera abierta sobre la posibilidad de una plataforma ecuménica más amplia", afirmó. 

El secretario general electo también sostuvo que el CMI es un espacio donde las iglesias pueden comprometerse y compartir sus experiencias sobre temas éticos como la sexualidad. Insistió en que las iglesias tienen distintas maneras de enfrentar esos debates, que difieren de un país a otro y de un contexto a otro. Mencionó los ejemplos de África, donde el problema del VIH-SIDA ha conducido al diálogo, y el de Asia, donde la violencia sexual ha servido como punto de partida.