Luego de concentrase en sus programas fundamentales, y por medio del cuidadoso control de sus egresos, el Consejo Mundial de Iglesias está superando las dificultades enfrentadas en los dos últimos años y se encuentra en una posición financiera más saludable.  

"Las previsiones son modestamente alentadoras", destacó su secretario general Rev. Dr. Konrad Raiser en su informe al Comité Central, reunido en Ginebra del 26 de agosto al 2 de septiembre. "Sin embargo, no hemos alcanzado todavía el punto del equilibrio financiero, y no se ha detenido el descenso de los ingresos por contribuciones", añadió.  

Los resultados muestran que las medidas tomadas por el Comité de Finanzas han colocado a la administración financiera del Consejo en el camino acertado.  

El ajuste se ha realizado en tres áreas fundamentales: reducción de actividades sin desestabilizar los programas centrales, reducción y reorganización del personal y  reducción de los costos operativos.  

En el año 2002, el CMI enfrentó un déficit de 6,6 millones de francos suizos, que involucró el uso planificado de 5,5 millones de fondos reservados para programas fundamentales específicos y una reducción de las reservas de 1,1 millones de francos suizos. El año anterior, el déficit fue de 11 millones, incluida una reducción de las reservas de 5 millones, lo que encendió señales de alarma.  

En el año 2001, el CMI solicitó préstamos bancarios por un total de 4 millones de francos suizos, garantizados por sus inversiones. Los préstamos fueron liquidados en  2002.  

En el año 2002, con la aprobación del Comité Central, el CMI también abrió un línea de crédito garantizada por la hipoteca del Centro Ecuménico en Ginebra. "Prevista como una medida de precaución, la línea de crédito, aunque todavía está disponible, nunca se utilizó", explicó Elaine Dykes, de la Iglesia (Presbiteriana) de Escocia, quien es la coordinadora del Equipo de Finanzas del CMI.  

El presupuesto de egresos para el 2003 es de 46,2 millones de francos suizos. La situación financiera en julio de 2003 muestra un resultado ligeramente  positivo, que refleja el éxito en las medidas tomadas el año anterior. Esto genera expectativas de alcanzar un superávit a finales de año, que permitiría añadir 1 millón de francos suizos a las reservas.  

Aunque los ingresos totales del CMI han disminuido en los dos últimos años, el número de iglesias que aportan sus contribuciones creció en el 2002 a un 66 % en comparación con el 2001, cuando el 53 % de las iglesias miembros realizaron contribuciones.  

El CMI prevé realizar una campaña para aumentar los ingresos provenientes de las iglesias afiliadas. Por otra parte, también realizará esfuerzos para mantener el nivel de contribuciones de las agencias y de otras fuentes.  

Para 2005, la Comisión de Finanzas prevé que todas las iglesias estarán contribuyendo con el Consejo, pasando así de un total de 6 millones a un total de 10 millones de francos suizos. La contribución de las iglesias representa actualmente un 15% del presupuesto del CMI.