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En un primer contacto, el 26 de diciembre, el grupo pirateó los sistemas del CMI y pidió el pago de un rescate. También amenazó con difundir material por todo el mundo y poner en peligro todos los sistemas. Todos los sistemas cayeron el 26 de diciembre.
El equipo informático del CMI está trabajando arduamente para restaurarlos —en particular el sitio web del CMI—. Durante años los sistemas informáticos del Consejo han estado protegidos por una seguridad cada vez más sólida.
El secretario general del CMI, el Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, condenó este ataque delictivo. “Es terrible vivir cosas como esta, pero desempeñar un rol público implica estar expuesto a ataques como este”, afirmó.
El CMI sigue tomando las medidas necesarias para proteger su seguridad, y ya ha informado a la policía y demás autoridades competentes de Suiza. “Seguiremos trabajando”, afirmó Pillay. “El CMI nunca cederá ante este tipo de amenazas. Los criminales deben ser investigados y detenidos”.
Pillay añadió que, ahora más que nunca, está convencido de la necesidad de que haya una voz fuerte que defienda la justicia digital. “En la búsqueda del progreso tecnológico, los seres humanos no pueden hacer un mal uso de éste para obtener beneficios personales”, afirmó.
Pillay ha hecho un llamado a todo el personal, las iglesias miembros y asociados del CMI para que no bajen la guardia ante cualquier mensaje falso que los piratas informáticos pudieran difundir en nombre del CMI.