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El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) fue galardonado como una de las principales organizaciones no gubernamentales por su labor durante 2021, quedando en tercer lugar en el certamen “Geneva Engage” del 1 de febrero por su alcance y su compromiso eficaz e inspirador en los medios sociales.

The World Council of Churches (WCC) was honoured as a top non-governmental organization for its work during 2021, receiving a third-place Geneva Engage Award on 1 February for effective and inspiring social media outreach and engagement.

As the Nobel Peace Prize was awarded to journalists Maria Ressa and Dmitry Muratov, World Council of Churches (WCC) acting general secretary Rev. Prof. Dr Ioan Sauca congratulated them and expressed solidarity with their ongoing fight for justice and peace.

En un proyecto de manifiesto sobre la comunicación para la justicia social en la era digital, los participantes en un simposio internacional sobre la justicia digital ofrecen conjuntamente su visión sobre el contexto mundial actual. Asimismo, presentan un análisis de las cuestiones y los desafíos planteados, los principios para promover una comunicación socialmente justa y un llamado a impulsar un “movimiento transformador” basado en los derechos humanos, la dignidad de las personas y los valores democráticos.

Hacia el final del simposio sobre justicia digital, el 15 de septiembre, los participantes sopesaron su visión del futuro en un panorama lleno de injusticias. Todos los que participaron en el simposio – teólogos, líderes eclesiásticos, políticos, estudiantes, periodistas o comunicadores profesionales – son, en efecto, “comunicadores digitales”. Este diverso conjunto de personas interesadas trabajó para transformar sus pensamientos colectivos en recomendaciones que creen que pueden ayudar al mundo.

In a draft “Manifesto for Communication for Social Justice in a Digital Age,” participants at an international symposium on digital justice collectively offer a view of the current global context, a look at issues and challenges, principles to promote socially just communication and a call for a “transformative movement” founded on human rights, human dignity, and democratic principles.

As a symposium on digital justice drew to a close on 15 September, participants  were weighing their vision for the future in a landscape fraught with injustice. Those taking part in the symposium—be they theologians, church leaders, politicians, students, journalists or professional communicators—are all in fact, “digital communicators,” and this broad array of people who care worked to hone their collective thoughts into recommendations they believe can help the world.

Los participantes de un simposio que explora los desafíos y oportunidades para un futuro digital más justo sostuvieron una discusión animada, en línea y fuera de línea, sobre cómo la era digital ha cambiado la noción de espacio público. 

Si bien el concepto de “espacio público” existe desde tiempos antiguos, el panorama se ha vuelto digital, lo que ha redundado en una confrontación entre la llamada “élite”, por un lado, y quienes luchan por una sociedad justa, por el otro.

Si la justicia social digital comienza con la conectividad, quizás termina al momento en que dicha conectividad es usurpada por regímenes opresivos, extremistas, noticias falsas y discursos de odio. En una conversación al estilo "club de prensa" celebrada el 13 de septiembre, teólogos, políticos, comunicadores eclesiásticos, activistas y periodistas de todo el mundo opinaron sobre la breve pero extremadamente compleja cuestión de los "instrumentos digitales: ¿bendición o maldición?".

Participants at a symposium exploring challenges and opportunities for a more just digital future held a lively discussion on and offline on how the digital era has changed the notion of public space.

While the concept of “public space” has been around since ancient times, the landscape has turned digital, resulting in a confrontation between the so-called “elite” on the one hand and those fighting for a just society on the other.

Además de las peligrosas estructuras monopólicas en la economía digital, existe un peligro para la libertad y la justicia, cruciales para las democracias pluralistas en el mundo digital, dice el Dr. Heinrich Bedford-Strohm, obispo de la Iglesia Evangélica Luterana en Baviera. Bedford-Strohm también es presidente del consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD, por sus siglas en alemán) y fue orador principal en la apertura del simposio en la que abordó los desafíos y las oportunidades para un futuro digital más justo. El simposio se celebra en Berlín del 13 al 15 de septiembre y fue organizado con colaboración con la EKD.

Adolescente que creció en Alemania Oriental en la década de 1980, conoció la libertad de expresión en la parroquia de su iglesia y considera que los derechos digitales fundamentales no pueden prevalecer por sí mismos ni mediante compromisos voluntarios de las corporaciones.

If digital social justice begins with connectivity, perhaps it ends when that connectivity is usurped by oppressive regimes, extremists, fake news and hate speech. A “press club”-style conversation on 13 September found theologians, politicians, church communicators, activists and journalists from around the world weighing in on the short but exceedingly complex question, “Digital instruments – Blessing or Curse?”

Besides the dangerous monopoly structures in the digital economy, there is a danger for liberty and justice as they are crucial for pluralistic democracies in the digital world, says Dr Heinrich Bedford-Strohm, bishop of the Evangelical Lutheran Church in Bavaria. Bedford-Strohm is also chairperson of the council of the Evangelical Church in Germany and was a keynote speaker at the opening of the symposium exploring challenges and opportunities for a more just digital future, in Berlin on 13-15 September, and co-organized by the EKD.

As a teenager growing up in East Germany in the 1980s, Dr Ellen Ueberschär learned of freedom of speech in her church parish and believes that fundamental digital rights will not prevail on their own or through voluntary commitments by corporations.