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Pacific islands experience lasting impacts of the 50 years of nuclear testing and the region has become a global hotspot of climate change, the World Council of Churches (WCC) Commission of Churches on International Affairs (CCIA) learned in its meeting this week in Brisbane, Australia.

Las islas del Pacífico experimentan los impactos duraderos de 50 años de pruebas nucleares y la región se ha vuelto el punto caliente del mundo en lo que se refiere al cambio climático supo la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales (CIAI) del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en su reunión de esta semana en Brisbane, Australia.

At an informal dialogue, faith leaders gathered with representatives from governments, civil society, academia, and the United Nations to talk about financing adaptation, and loss and damage, related to climate change.

En un diálogo informal, los líderes religiosos se reunieron con representantes de los gobiernos, de la sociedad civil, del mundo académico y de las Naciones Unidas para hablar sobre la adaptación de la financiación y sobre las pérdidas y daños relacionados con el cambio climático.

“Financing for sustainable development represents the expression of an ethic of solidarity and sharing, including with generations that come after us and who will inherit whatever good or evil we have wrought”, said Peter Prove, director of International Affairs at the World Council of Churches (WCC) in a symposium at the United Nations headquarters, in New York, on 29 January.

“La financiación para el desarrollo sostenible constituye la expresión de una ética de solidaridad y del compartir, en particular con las generaciones venideras, que heredarán todo lo bueno y todo lo malo que hayamos generado”, dijo Peter Prove, director de Asuntos Internacionales del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en un simposio celebrado en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 29 de enero.

Between 17–18 May, representatives of several religious denominations, theologians, economists, and experts in development and ecumenism gathered in São Paulo, Brazil, for the 3rd Dialogue on Ethics and Economics. They aim to build a common message to G20 leaders who will meet in Argentina later this year.

Entre el 17 y el 18 de mayo, representantes de diferentes denominaciones religiosas, teólogos, economistas y expertos en desarrollo y ecumenismo se reunieron en São Paulo (Brasil) con motivo del 3er Diálogo sobre Ética y Economía con el objetivo de elaborar un mensaje común para los líderes del G20 que se reunirán en Argentina a finales de año.

The third meeting of the Ecumenical Panel on a New International Financial and Economic Architecture (NIFEA) is underway in New York City from 21-23 April.

Dr. Emily Welty is an assistant professor in Peace and Justice Studies at Pace University in New York City (USA). She also serves as vice moderator of the WCC Commission of the Churches on International Affairs. As an advocate for banning nuclear weapons, Dr Welty is known both for her unwavering belief in a world free from nuclear weapons, and for her strategic thinking toward that goal.

The adverse impact of business activities on the lives of members of the local population in Colombia and El Salvador was highlighted by the WCC-sponsored participants at the United Nations Forum on Business and Human Rights.

La manera en que las actividades empresariales afectan a las vidas de los miembros de la población local de Colombia y de El Salvador fue señalada por los participantes patrocinados por el CMI en el Foro de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos.

At the Second United Nations Annual Forum on Business and Human Rights, human rights defenders from Colombia and Guatemala exposed degrading environmental, ecological, economic and social impacts on indigenous communities. These impacts are consequences of the projects run by multinational companies in a number of countries.

En el segundo Foro anual de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, los defensores de los derechos humanos de Colombia y Guatemala expresaron su preocupación por el impacto de la degradación medioambiental, ecológica, económica y social en las comunidades indígenas. Este impacto es una consecuencia de los proyectos gestionados por empresas multinacionales en varios países.