Dios vivo y amoroso,
por la guía de tu Espíritu Santo en la formación, el desarrollo y los diversos ministerios del Consejo Mundial de Iglesias:
- ¡te damos gracias!
Por la sabiduría adquirida mediante el intercambio con colegas eclesiales y los peregrinos que comparten el camino de Jesús:
- ¡te damos gracias!
Por las nuevas formas de ser iglesia, reveladas recientemente a través de nuestro trabajo juntos en los concilios ecuménicos, para acelerar la llegada de tu reino a la tierra y la unidad de tus seguidores:
- ¡te damos gracias!

Por las veces en que el testimonio de las iglesias ha deshonrado tu nombre:
- buscamos tu perdón, oh, Dios.
Por las veces en que insistimos en dar más valor a nuestra herencia específica que a otras herencias de otras partes del mundo:
- buscamos tu perdón, oh, Dios.
Por las veces en que tomar decisiones en los concilios de tu iglesia se ha convertido en una ardua batalla polarizada, en lugar de ser un verdadero ejercicio para discernir tu voluntad para tu iglesia:
- buscamos tu perdón, oh, Dios.

Por la oportunidad de orar juntos, de escucharnos unos a otros, de discernir juntos el camino que marcas para tu iglesia en todo el mundo:
- nos comprometemos hoy.
Por la integridad de aprender de nuestros errores, y de no caer en la desilusión cuando las cosas no salen como esperábamos en nuestros esfuerzos misioneros:
- nos comprometemos hoy.
Por los corazones llenos de entusiasmo como tu pueblo unido en tu camino:
- nos comprometemos hoy.

En el nombre de Jesús, nuestro Señor, hacemos esta oración.

Amén

(Dra. Jill Tabart,
presidenta nacional de la Iglesia Unida en Australia, 1994-1997; mentora de consenso en la IX Asamblea del CMI)