Madeline, de 14 años, y su hermana Sabrine, de 16, tienen las piernas paralizadas. “Quedaron paralizadas por el impacto. Algo le pasó a su sistema nervioso”, dice su padre, Mohammad. La familia quedó atrapada en el fuego cruzado en Daraa, al sur de Siria. El hijo, Louay, de tres años, murió a causa de una bomba. Fue entonces cuando decidieron huir. Cayeron bombas constantemente durante su huida.
28 Noviembre 2016