En una declaración titulada “El anhelo de una paz justa en Europa”, el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), recordó con pesar que la guerra en Ucrania ha cumplido ya mil días. “Cada uno de esos días se ha saldado con la sangre tanto de los civiles como de los combatientes que han resultado muertos o mutilados en gran número, con el desplazamiento traumático de comunidades y con la destrucción de hogares, medios de subsistencia e infraestructuras civiles”, señala la declaración. “Reafirmamos nuestro llamado cristiano y nuestro deseo de paz, y de la justicia sin la cual la paz es insostenible”.