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Boy rides a bike with a water tank on the rear rack.

A young boy rides his bike towards the market in Minawao. The Minawao camp for Nigerian refugees, located in the Far North region of Cameroon, hosts some 58,000 refugees from North East Nigeria. The refugees are supported by the Lutheran World Federation together with a range of partners. 

Fotografía:

Intercesiones

Damos gracias por:

  • Los cristianos y musulmanes que asumen riesgos para trabajar por el diálogo y la reconciliación, y por las personas de distintas etnias que luchan juntas por el  bien común.
  • Las iglesias que han sido fieles en la difusión de la buena nueva, el servicio al prójimo y la consecución de la justicia en estas sociedades.
  • El crecimiento económico que procede de los recursos naturales y beneficia a todo el mundo –especialmente a los pobres– en estos países.
  • La forma en que las personas, sobre todo en Nigeria, fueron sostenidas por Dios  frente a los ataques y la violencia en el contexto del movimiento de grupos poblacionales y elementos extremistas como Boko Haram.

Oramos por:

  • Aquellos afectados por la violencia y el terrorismo, y para que puedan cesar esos ataques violentos.
  • Los líderes religiosos para que puedan denunciar con valentía las injusticias políticas, sociales y económicas.
  • Relaciones justas y pacíficas entre las distintas etnias, así como entre musulmanes y cristianos.
  • Quienes sufren de desnutrición y enfermedades como la malaria, la tos ferina, el VIH y el sida.
  • Una mejor administración del medio ambiente y los recursos naturales.

Oraciones

Oh Dios,
por el poder del Espíritu Santo,
enciende la llama de nuestros corazones con un nuevo amor por Cristo y por los demás.
Renueva nuestros deseos y esfuerzos para servir a los demás.

Buscamos curarnos de la división, la pobreza y la injusticia
en todas partes del mundo.
Anhelamos la vida plena y libre.

Danos el valor para asumir riesgos y construir una carretera en el desierto
y protégenos bajo la sombra de tus alas.
Amén.

(© 2002 Abigail Ogunsanya, Nigeria)

 

Te ofrecemos, Oh Dueño y Señor de hombres, mujeres y de seres celestiales, el oro de nuestro servicio costoso. Toma el trabajo de nuestras manos, la habilidad de nuestras mentes, el poder de nuestra organización.

Destierra nuestro orgullo, y sacude nuestra pereza, para que, siendo pulidos por tu gracia, podamos llegar a ser mejores servidores de tu reino, ahora y por siempre. Amén.

Te ofrecemos, nuestro Señor y Dios, el incienso de nuestra oración y alabanza. Por el don de tu Espíritu Santo has puesto una estrella en el humilde cielo de cada alma cristiana; concédenos pies dispuestos a seguirte por donde nos guíes, hasta que nuestras almas en búsqueda, sean bendecidas con tu propia visión, que es nuestro cielo y nuestro eterno hogar. Amén

Te ofrecemos, oh siervo sufriente del Señor, la mirra de los sufrimientos de tu Iglesia. Cuando ya no quede nada que entregar, esta ofrenda aún permanecerá. Aún cuando Tú estés en la cruz, tus siervos pueden tener vida. Que tu perfecto sacrificio sirva para redimir nuestras pobres aflicciones en este mundo. Que al compartir en hermandad los sufrimientos, podamos regocijarnos en el poder de tu resurrección, ahora y siempre. Amén

(De la Asamblea de la Sociedad Misionera Internacional, Ghana. En: “Con todo el pueblo de Dios”.)

Canto