Ella invocó el nombre del Señor, que hablaba con ella, y dijo:—Tú eres un Dios que me ve.
Agar dio a luz un hijo a Abram, y Abram llamó el nombre de su hijo que le dio Agar, Ismael.
Génesis 16: 13 y 15
(Ismael significa: “Dios ha oído”).
El Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias, reunido en línea del 12 al 16 de mayo de 2025, condena inequívocamente las atrocidades perpetradas en Gaza por el Estado de Israel, reconociendo que el gobierno actual está aplicando políticas extremistas que no cuentan con el apoyo de muchos israelíes. Desde que comenzó la destrucción de Gaza por parte de Israel en octubre de 2023, tras los ataques perpetrados en el sur de Israel por combatientes de Hamás, la magnitud de la devastación de vidas y comunidades en el territorio ha alcanzado niveles indescriptibles. Los ataques deliberados contra civiles, la destrucción generalizada de hospitales y otras infraestructuras esenciales, y el bloqueo total de la ayuda humanitaria desde el 2 de marzo de 2025 representan graves violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos que no pueden justificarse en modo alguno alegando que van dirigidas contra combatientes de Hamás. Además, estas acciones sabotean todos los esfuerzos por llegar a una solución para poner fin a la ocupación y devolver a los rehenes israelíes a sus familias. Las acciones mencionadas constituyen sin duda crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Los dirigentes y autores de estos crímenes, ya sean israelíes, palestinos o de Hamás, deben rendir cuentas personalmente.
A pesar de la enormidad de la actual crisis humanitaria, el origen de esta catástrofe para la población de Gaza va más allá de los últimos dos años y medio de brutal violencia armada. Tiene sus raíces en la violencia estructural de décadas de ocupación, desposesión e impunidad. La intención, ahora declarada abiertamente, de reocupar Gaza y desplazar permanentemente a la población palestina, incluidos los refugiados de 1948, equivale a una política de limpieza étnica que debe ser firmemente denunciada por todos los miembros de la comunidad internacional que se han comprometido con el derecho y la moral internacionales.
El Comité Ejecutivo denuncia además la complicidad ¾ya sea activa o pasiva¾ de otros Estados cuya acción o inacción ha permitido esta brutalidad continua.
El Consejo Mundial de Iglesias reafirma su compromiso inquebrantable con los principios del derecho internacional y la justicia, sin discriminación, en este y en todos los contextos. Pedimos a todos los gobiernos que respeten y apliquen las medidas provisionales y los fallos de la Corte Internacional de Justicia, y que apoyen el papel vital de la Corte Penal Internacional para garantizar la rendición de cuentas por los crímenes cometidos.
Las iglesias del mundo no pueden permanecer en silencio ante una inhumanidad tan atroz. Hacemos un llamado urgente a:
- un alto el fuego inmediato e incondicional;
- el fin del bloqueo de Gaza y de todas las formas de castigo colectivo a la población del territorio;
- el acceso humanitario inmediato y sin trabas a todas las personas de Gaza que lo necesiten, y
- la acción internacional coordinada para detener la destrucción, proporcionar ayuda humanitaria suficiente y acorde a la magnitud de las necesidades, según la evaluación de las Naciones Unidas y los organismos humanitarios independientes, y llevar ante la justicia a los autores de crímenes de derecho internacional.
Más allá de Gaza, nos preocupa que las políticas y acciones de las autoridades israelíes supongan amenazas cada vez más graves para las comunidades palestinas de Jerusalén Oriental y Cisjordania, incluidas las iglesias y comunidades cristianas de la región. Pedimos justicia e igualdad de derechos para todas las personas, en Gaza, Cisjordania, Jerusalén y en toda la región, y que se ponga fin a la impunidad con la que durante tantos años se han cometido violaciones de los derechos de la población palestina.