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Closeup photo of candle

Portada del Informe Anual del CMI 2021.

Fotografía:

Ante las crueles guerras en Ucrania y otros lugares del mundo que se cobran la vida de miles de inocentes, y ante el aumento de la militarización, de las tensiones políticas y de la crisis económica, es importante que recordemos que, en última instancia, el Dios de la vida prevalece.

Es importante que permanezcamos juntos como comunidad de iglesias del CMI, fundamentándonos en la esperanza generada por la reconciliación y la construcción de la paz.

Fortalecidos por esta fe y esta esperanza, no deberíamos tener miedo, no deberíamos desesperarnos cuando vemos lo que sucede hoy en nuestro mundo, sino que deberíamos afrontarlo con valentía.

Durante el período de escalada de las tensiones en torno a Ucrania y el subsiguiente estallido del conflicto, los dirigentes del CMI y yo mismo estuvimos trabajando intensamente para encontrar maneras de abordar la situación. El mismo día en que empezó la guerra, el 24 de febrero de 2022, respaldé firmemente la declaración del metropolitano Onufriy e insté al presidente Putin a “detener esta guerra fratricida y restaurar la paz para el pueblo y la nación de Ucrania”.

No ha sido posible compartir en ningún ámbito público o semipúblico, en tiempo real, la mayoría de nuestros esfuerzos. Pero ahora quiero compartir con ustedes esta información actualizada sobre las iniciativas que hemos emprendido hasta la fecha, así como las próximas etapas previstas actualmente.

El CMI está en estrecho contacto con ACT Alianza en cuanto se refiere a las respuestas humanitarias de las iglesias a la situación en Ucrania y en los países vecinos a causa

del conflicto. Recientemente, del 14 al 18 de marzo, una delegación conjunta realizó una visita a Hungría, Rumanía y las regiones fronterizas de Ucrania.

Habiendo visto el impacto del conflicto reflejado en los rostros de los refugiados que llegan a estos países vecinos,

y siendo conscientes de la difícil situación y el peligro que corren todos los civiles que siguen atrapados y no pueden huir, subrayamos firmemente la necesidad urgente de contar con corredores humanitarios eficaces y seguros que permitan a los civiles huir del conflicto.

Antes de la intensificación del conflicto en Ucrania, durante 2021, la comunidad de iglesias del CMI se unió en la oración como nunca antes lo había hecho.

Creo que Dios ha escuchado nuestras oraciones. Le pedimos que nos diera aliento y sabiduría. Confiamos en la promesa de Dios de que superaremos cualquier cosa que tengamos que afrontar. Y hemos tenido que hacer frente a muchas cosas.

A causa de la COVID-19 y por otros motivos, en la familia ecuménica, hemos perdido a muchas personas.

En medio de esta tristeza, y quizás incluso de esta tristeza, ha surgido un nuevo compromiso de compasión activa por el otro. Si bien es cierto que la pandemia de COVID-19 se ha propagado por todas las regiones del planeta, también ha hecho aflorar nuestra inesperada vulnerabilidad e interdependencia.

Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca

Secretario general en funciones del CMI