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La semana pasada, participantes de trece países diferentes que llegaron al aeropuerto internacional de Ben Gurión para asistir a una reunión en Beit Jala del Grupo de Trabajo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) sobre el Cambio Climático fueron objeto de un nivel de agresión e intimidación por parte de las autoridades israelíes que no tiene precedentes en la historia del CMI.

Varios participantes –tanto representantes del personal del CMI como de las iglesias miembros y los asociados ecuménicos– fueron detenidos en condiciones carcelarias durante hasta tres días, antes de ser deportados a sus países de origen. Otros fueron finalmente admitidos en el país tras largos interrogatorios excepcionalmente largos y agresivos. Todos dijeron haber sido intimidados, amenazados y cuestionados de forma abusiva, acusatoria y agresiva, un trato que va más allá de lo que el CMI está dispuesto a considerar aceptable.

El CMI protesta enérgicamente contra el trato excesivo, irrazonable y totalmente injustificado que las autoridades israelíes infligieron a estos representantes del personal y de las iglesias miembros del CMI que viajaban para participar en un debate sobre el cambio climático y la gestión ambiental, por invitación de las iglesias miembros del CMI en la región.

En este contexto geográfico, nuestra principal preocupación siguen siendo los ciudadanos de la región que se enfrentan cada día a la violencia, la inseguridad y la denegación de sus derechos humanos, la realización de la solución de los dos Estados tanto tiempo postergada, y la coexistencia pacífica entre las comunidades de la región. No obstante, el CMI considera muy lamentable –y sintomático de la situación actual– que las autoridades israelíes se hayan comportado de esta manera con representantes de las iglesias de todo el mundo que iban a Israel con un espíritu de solidaridad ecuménica para abordar retos comunes que se plantean a la hora de responder al cambio climático mundial.

Las iglesias miembros del CMI se han comprometido a participar en una “peregrinación de justicia y paz”, a caminar y actuar juntas para hacer frente a las situaciones de conflicto, injusticia y opresión en nuestro mundo. Aspiramos a emprender este camino dialogando y cooperando con interlocutores gubernamentales, intergubernamentales e interreligiosos y con todas las personas de buena voluntad. El CMI tiene un compromiso de larga data con el diálogo interreligioso y las relaciones con representantes judíos y musulmanes, así como con interlocutores de las otras religiones.

Siempre dispuestos a reunirnos con los dirigentes políticos del Gobierno de Israel, en esta ocasión solicitamos una reunión con altos representantes gubernamentales para tratar específicamente estos incidentes e impedir que vuelvan a ocurrir.

El CMI insta al Gobierno de Israel a ofrecer a los participantes en cuestión la disculpa que merecen y a no volver a adoptar un comportamiento agresivo con el personal y las iglesias miembros del CMI.

Ginebra, 9 de mayo de 2016

Rev. Dr. Olav Fykse Tveit
Secretario General
Consejo Mundial de Iglesias