¡Qué bueno es, y qué agradable, que los hermanos convivan en armonía! (Salmo 133:1)
El Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias, reunido en Bossey, Suiza, del 12 al 17 de noviembre de 2021, se une en oración y solidaridad a las iglesias y el pueblo de Etiopía que se enfrentan a una crisis grave y acelerada en la vida de su antigua y santa nación tan significativa para el continente africano y el cristianismo mundial. El Comité Ejecutivo reitera y recalca las preocupaciones planteadas en su declaración de noviembre de 2020 relativa a la instrumentalización política de las diferencias étnicas que amenaza el tejido mismo de la nación y la seguridad de toda su gente.
Una vez más instamos a todas las partes en lo violentos conflictos armados en curso a recordar el sufrimiento extremo que el conflicto y la división infligieron al pueblo de Etiopía en el pasado y le siguen infligiendo en el presente. Y también una vez más, llamamos a alejarse del precipicio hacia una nueva catástrofe y a volver a la mesa de diálogo, no al campo del conflicto armado, y a la cooperación en lugar de la división.
Las víctimas de este conflicto renovado son y serán las gentes de Etiopía. Esta violencia solo puede causarles aún más daño. Todas las partes deben recordar sus responsabilidades, morales y legales, en lo que respecta a la protección de las personas y por las cuales tendrán que rendir cuentas.
Llamamos al alto el fuego y el cese de las hostilidades armadas de inmediato e instamos a todas las partes a entablar el diálogo para resolver los problemas.
Instamos a todas las partes a cumplir con las normas del derecho internacional humanitario y el derecho de los derechos humanos, así como a garantizar un acceso humanitario irrestricto e incondicional a la población civil de las áreas afectadas.
Llamamos a la comunidad internacional a prestar apoyo de manera imparcial y ecuánime al diálogo y la paz en Etiopía, en particular, a través del actual proceso de la Unión Africana liderado por su alto representante para el Cuerno de África, Olusegun Obasanjo, ex presidente de Nigeria, y a prestar de urgencia ayuda internacional para satisfacer las necesidades de las personas y las comunidades afectadas por el actual conflicto armado.
La violencia y la división han causado profundas heridas en la nación etíope. Hará falta un proceso igualmente profundo de diálogo y reconciliación nacional para rescatar a la nación que está al borde de la catástrofe. Al levantar este reto, las iglesias y las comunidades religiosas de Etiopía deben ejercer un papel de liderazgo. Reconocemos y afirmamos el rol que las iglesias y las comunidades de fe han desempeñado en Etiopía abogando por el diálogo en lugar del conflicto armado, y sus esfuerzos para ofrecer refugios seguros a personas desplazadas internas en sus recintos, edificios de iglesias y escuelas en todo el país, así como sus esfuerzos en curso para responder a las necesidades humanitarias de víctimas del conflicto armado.
Al respecto, el Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias transmite una vez más el apoyo y el aliento de la comunidad ecuménica mundial de iglesias a todas las iglesias de Etiopía al alzar su voz profética a favor del diálogo inclusivo, la paz, la justicia y la unidad contra la violencia y la incitación al odio, y acoge con beneplácito la iniciativa en pro de la creación de un consejo nacional de iglesias en Etiopía como instrumento importante de la cooperación y el testimonio ecuménicos contra el conflicto armado, la división y la injusticia.