Texto: Salmo 42:1-3, 11 

Reflexión

El salmista anhela el don de Dios para todo y todos, con arroyos de agua corriente para saciar su sed, tanto física como espiritual. Sintiéndose olvidado y desamparado, clama por el agua viva, ya que sus lágrimas han sido su único sustento día y noche. Esta podría ser también la difícil situación de más de 4,8 millones de personas en la región del Pacífico que no pueden acceder a un mejor suministro de agua[1].  Es muy posible que estos datos de 2015 hayan aumentado ya en estos momentos en los que escuchamos las voces que se alzan en torno a la preocupación de que el agua de mar contamine el agua potable debido al aumento del nivel del mar en los atolones e islas de los países del Pacífico.

La Asamblea General de las Naciones Unidas reconoce el saneamiento y el acceso al agua potable como derechos humanos básicos. El Objetivo 6 , “Agua limpia y saneamiento”, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) señala que, debido a un mal planteamiento económico  o una infraestructura insuficiente, millones de personas, incluyendo niños y niñas, mueren cada año por enfermedades asociadas al suministro inadecuado de agua, saneamiento e higiene. La escasez de agua, la mala calidad del agua y el saneamiento inadecuado repercuten negativamente en la seguridad alimentaria, las opciones de medios de subsistencia y las oportunidades educativas de las familias pobres de todo el mundo.[2]

Los gobiernos de los países del Pacífico, al suscribir las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, han declarado en principio que proporcionarían los recursos necesarios para garantizar que sus poblaciones tengan acceso al agua potable.  El capítulo 2 de la Constitución de Fiyi de 2013  (Carta de Derechos, sección 36),  derecho a una alimentación y un suministro de agua adecuados[3], establece el derecho cualificado de toda persona a disponer de cantidades adecuadas de agua limpia y segura. La garantía de este “derecho humano” depende de los recursos gubernamentales disponibles y, en caso de que una comunidad no disponga de agua limpia y segura adecuada, el gobierno solo tiene que dar una explicación de por qué no se dispone de esos recursos.

Ahora, contrastemos lo anterior con el anuncio del agua embotellada más famosa del mundo, FIJI WATER, por supuesto: “Todo comienza en las nubes, en las alturas de Fiyi, a más de 2500 kilómetros del continente más cercano. Las lluvias tropicales purificadas por los vientos alisios ecuatoriales caen en una selva prístina rodeada de antiguos volcanes inactivos. Lentamente filtrada por la roca volcánica, el agua reúne minerales y electrolitos que crean...[y ahora viene lo bueno] ... el sabor ligero y suave de FIJI Water.  Recogida en un acuífero artesiano sostenible, protegido y preservado naturalmente de los elementos externos, el mejor agua de la Tierra® embotellada en su lugar de origen, inalterada por el ser humano hasta que se desenrosca el tapón”. [4]

Si leemos la letra pequeña en la parte inferior de las páginas web de Fiji Water, vemos: “©2020 FIJI Water Company LLC. Todos los derechos reservados. FIJI, EL MEJOR AGUA DE LA TIERRA, EL MEJOR AGUA PARA LA SALUD, INALTERADA POR EL SER HUMANO, la imagen de marca y los logotipos que la acompañan son marcas comerciales de FIJI Water Company LLC o sus asociados”.

Una lectura e investigación más profundas revelan que la actual propietaria de la marca es Paramount International Export, Ltd. con sede en Los Ángeles, California (EE.UU). Los consumidores pueden comprar una botella de plástico que contiene un litro del “mejor agua del mundo” en el supermercado local por 2,95 dólares fiyianos, cuando el gobierno no proporciona los recursos necesarios para el acceso al agua potable.

Así pues, nos enfrentamos a un dilema: el agua, un don de Dios gratuito para todo y para todos, ha sido extraído, embotellado en envases de plástico y vendido con fines de lucro a los consumidores. Las Naciones Unidas y los gobiernos del Pacífico y otros gobiernos han tratado de mitigar y regular la privatización del agua mediante resoluciones y formas de legislación cualificadas en materia de derechos humanos.

Que nuestra esperanza en Dios haga que se eleven nuestras oraciones por la guía divina para asegurar que nos convirtamos en fuertes y activos defensores del derecho de todo y de todos a disponer de cantidades adecuadas de agua segura y potable.

Preguntas para el debate:

1. En el contexto de su iglesia local y su comunidad, ¿cuál es la fuente de suministro de agua para todos? ¿Quiénes son los propietarios y los controlan el suministro de agua?

2. Dentro de los hogares de su comunidad, ¿cuál es la fuente de ingresos, quién controla el gasto del dinero del hogar y qué recursos humanos y financieros se necesitan para garantizar que los miembros del hogar dispongan de cantidades adecuadas de agua potable?

Acción

1. En su congregación local, incorpore el don de Dios a todos, el agua segura y potable, en la predicación, en las lecciones de la escuela dominical, en los ministerios de mujeres y jóvenes y en las sesiones de estudio bíblico.

2. Anime a los líderes de su iglesia local a ser defensores del agua segura y potable para todos. Establezca vínculos con las autoridades sanitarias y escolares locales que puedan estar en condiciones de proporcionar a su iglesia información sobre las medidas que puedan adoptarse para garantizar cantidades sostenibles, asequibles y adecuadas de agua segura y potable.

3. Diga no al agua embotellada. Convertirse en una comunidad azul: https://www.oikoumene.org/en/press-centre/news/joining-blue-communities-wcc-turns-from-bottles-to-taps

Recursos

Naciones Unidas, Objetivos de Desarrollo Sostenible, Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. 10 de enero de 2020, acceso electrónico: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/water-and-sanitation/

2. Constitución de la República de Fiyi, 2013, Capítulo 2, Carta de Derechos Sección 36: Derecho a una alimentación y un suministro de agua adecuados: http://www.paclii.org/fj/Fiji-Constitution-English-2013.pdf


[1] Organización Mundial de la Salud, 2016. Saneamiento, agua potable y salud en los países insulares del Pacífico: actualización de 2015 y perspectivas futuras, pág. X. Acceso electrónico: https://apps.who.int › iris › rest › bitstreams › retrieve

[2] Naciones Unidas, Objetivos de Desarrollo Sostenible, Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. 10 de enero de 2020, Acceso electrónico:

https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/water-and-sanitation/

[3] Constitución de la República de Fiyi, 2013, capítulo 2, sección 36 de la Carta de Derechos: http://www.paclii.org/fj/Fiji-Constitution-English-2013.pdf

[4] Fiji Water https://www.fijiwater.com/pages/the-water