Del 17 al 20 de marzo de 2015, una delegación encabezada por el Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) visitó Ucrania. Entre los integrantes de la delegación había representantes de alto nivel de la comunidad mundial de iglesias con representación en el CMI. La vida y el sustento de todos los pueblos afectados preocupa al CMI desde el comienzo de la crisis que azota a Ucrania.

La delegación se proponía transmitir la solidaridad con las iglesias y los pueblos de Ucrania en el contexto del conflicto vigente en la zona oriental del país tras los acontecimientos de 2013 y 2014 en Maidan. Además, deseaba conocer las vivencias y perspectivas de las iglesias y otros asociados de Ucrania, y determinar de qué manera el CMI y el movimiento ecuménico podrían respaldar y fortalecer las iniciativas de las iglesias y comunidades de fe ucranianas para promover la finalización del conflicto, una paz justa y la reconciliación en el país. Nuestro sincero agradecimiento a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (Patriarcado de Moscú), iglesia miembro del CMI, que facilitó la visita.

La delegación recibió testimonios directos de los líderes religiosos y representantes del Gobierno sobre las graves repercusiones humanitaria de la violencia en las zonas afectadas. Los integrantes de la delegación tuvieron ocasión de visitar un refugio de personas desplazadas en Kiev, y conocieron a quienes se habían visto obligados a escapar de los enfrentamientos. También se acercaron a la zona de conflicto, cerca de Lisichansk, y fueron testigos directos de la destrucción y los trastornos ocasionados por la crisis. Tuvieron conocimiento del papel crucial de las iglesias en la provisión de ayuda humanitaria en las regiones damnificadas, pese a que sigue habiendo importantísimas necesidades no atendidas. De modo colectivo, estas experiencias han puesto de manifiesto la grave situación de las personas y comunidades más directamente afectadas, la acuciante necesidad de aumentar la ayuda humanitaria, y la necesidad de resolver este conflicto para impedir el agravamiento del sufrimiento humano.

La delegación escuchó diferentes opiniones sobre las causas del conflicto. En cualquier caso, quedó claramente de manifiesto el potencial de las iglesias y las comunidades de fe de Ucrania para desempeñar una función de liderazgo, ayudando a ir más allá de los nacionalismos encontrados que fomentan el enfrentamiento entre grupos, a atender las necesidades sociales, económicas y humanitarias agravadas por los enfrentamientos, y a promover la unidad y la reconciliación entre los ucranianos.

Dos aspectos fundamentales que la delegación pone de relieve:

  1. Es decisivo el papel de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana en la búsqueda de la paz, la unidad y la reconciliación. Como iglesia mayoritaria en Ucrania –con congregaciones en todo el país y a ambos lados de la línea de conflictos– y habiendo declarado y reiterado oficialmente su compromiso con la integridad territorial y la unidad de Ucrania, esta institución tiene especial capacidad y responsabilidad de liderazgo al respecto.
  2. La delegación también se reunió con el Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas (AUCCRO), que incluye casi todas las tradiciones eclesiásticas representadas en Ucrania, además de las comunidades musulmana y judía. La delegación subraya la importancia del AUCCRO en la labor colectiva de las iglesias y comunidades religiosas en pos de una paz justa y sostenible en Ucrania. La voz y el testimonio unificados de las iglesias y las comunidades religiosas –a través del AUCCRO– en favor de la paz y la reconciliación en Ucrania han sido y seguirán siendo sumamente necesarias.

Absolutamente todas las personas entrevistadas en estos días coincidieron en su llamamiento a que el Consejo Mundial de Iglesias y el movimiento ecuménico informaran a la comunidad internacional de la situación en Ucrania, a fin de promover una respuesta humanitaria más adecuada al sufrimiento humano causado por el conflicto, y a respaldar y fortalecer las iniciativas de las iglesias y las comunidades de fe de Ucrania en pro de la justicia y la paz. El CMI recibe este llamamiento con seriedad, y celebrará consultas con su comunidad más amplia, con miras a futuras intervenciones prácticas.

El CMI procurará encontrar los medios y los métodos idóneos para acompañar a las iglesias y al pueblo de Ucrania en un peregrinaje de justicia y paz.

La delegación realiza un llamamiento a las iglesias miembros del CMI de todo el mundo, a orar y actuar en favor de la paz con justicia en Ucrania.

Que nuestro Dios nos guíe a todos en la búsqueda de “lo que contribuye a la paz” en Ucrania y en todo el mundo.

 

Composición de la delegación del CMI:

Rev. Olav Fykse Tveit (Iglesia de Noruega); Secretario General

Revda. Karin van den Broeke, Iglesia Protestante de los Países Bajos

Su Excelencia el Metropolitano Gennadios de Sassima, Patriarca Ecuménico

Sra. Catherine Gordon, Iglesia Presbiteriana, EE.UU.

Arcipreste Mikhail Goundyaev, Patriarcado de Moscú

Obispo Christopher Hill, Iglesia de Inglaterra (Presidente, Conferencia de Iglesias Europeas)

Obispo Jan Janssen, Iglesia de Oldemburgo, Alemania

Arzobispo Emérito Anders Wejryd, Iglesia de Suecia

Rev. Daniel Buda (miembro del personal del CMI)

Sr. Peter Prove (miembro del personal del CMI)