En nombre de la Iglesia Ortodoxa de Grecia y al mismo tiempo en nombre de todo el pueblo de Atenas y de toda Grecia, con mucha alegría y con amor fraterno doy la bienvenida en Atenas a todos los participantes en la XIII Conferencia Mundial sobre Misión y Evangelización del CMI. En este tiempo pascual, casi diez días después de la celebración de la Santa Pascua y la resurrección de Cristo, permítanme saludarles a todos con la salutación antigua y existencial que constituye el núcleo de nuestra identidad y nuestro testimonio como cristianos: XPICTOC ANECTH, ¡Cristo ha resucitado!