Documento preparatorio Nº 3

Las formulaciones empleadas en este documento deben ser entendidas como incentivos para el estudio, la reflexión y el intercambio, y no como afirmaciones de fe. El texto expresa una cierta deliberada ambigüedad. Es reflejo de la diversidad de enfoques existente entre los miembros de la Comisión de Misión Mundial y Evangelización del CMI (CMME), encargada de la preparación de la Conferencia. Este tercer boletín ha sido elaborado por miembros del personal basándose en el trabajo y los documentos aprobados por la Comisión o por el Comité de Planificación de la Conferencia (CPC).

En un período de globalización caracterizado por una violencia, una fragmentación y una exclusión cada vez mayores, la misión de la iglesia es recibir, celebrar y proclamar la reconciliación, la sanación y la plenitud de la vida en Cristo y obrar para que sean posibles.

 

VEN, ESPÍRITU SANTO, SANA Y RECONCILIA.

Invocando al Espíritu, confesamos que la misión no es nuestra.

La misión es la misión del Dios trino, creador del cielo y de la tierra, cuyo propósito es que todos puedan tener plenitud de vida.

En Jesucristo, Dios sentó las bases de la verdadera reconciliación y sanación, superando toda enemistad y todo mal.

El Espíritu Santo está siempre presente y activo como sanador y reconciliador en la iglesia y el mundo.

Por eso creemos que Dios hace posible:

 

* Reparar las relaciones rotas entre: Dios y los seres humanos

  • las personas
  • las iglesias
  • las naciones
  • la humanidad y la creación

* Superar la enemistad y la violencia.

Esperamos ver muchas signos de:

  • salud, equilibrio y plenitud de vida : para las personas
  • para comunidades
  • para la humanidad
  • para la creación

Invocamos el Espíritu de Dios: sana y reconcilia, danos los medios para que como personas y comunidades, podamos recibir, llegar a ser y compartir signos de perdón, paz, justicia y unidad, renunciando al pecado, la enemistad, la violencia, la injusticia y las divisiones.

Llamados en Cristo a ser comunidades de reconciliación y de sanación.

En este tiempo, en que vivimos en un contexto globalizado, Dios nos confía y nos encomienda un mensaje de sanación y de reconciliación. Cristo crucificado y resucitado nos invita a participar en la misión de Dios. Nuestra misión consiste en formar comunidades sanadoras de celebración, testimonio, amor recíproco, perdón y respeto, participando en la construcción de la paz, en procesos de reconciliación y en la cura de las heridas y la conciliación con los recuerdos en la sociedad, superando la violencia allí donde nos sea posible.

Nuestro ser, y nuestra forma de estar juntos, debe reflejar nuestra visión de la reconciliación.

Estamos llamados a

  • crear y multiplicar espacios que den seguridad, para acoger a quiénes están estigmatizados, perdidos, y buscan sentido para sus vidas, solidaridad y comunidad,
  • avanzar en nuestra peregrinación como víctimas de la violencia y el pecado y con ellas hacia la reconciliación y la justicia.

La reconciliación y la sanación tienen que ser vividas en comunidad (entre sus miembros), así como entre comunidades quebrantadas, y en la relación de la humanidad con la creación.

Al utilizar el término “comunidades” (en lugar de “comunidad” al referirnos a la Iglesia) deseamos afirmar la naturaleza plural y diversa de las comunidades en las que vivimos.

META Y OBJETIVOS DE LA CONFERENCIA

La meta y los objetivos de la Conferencia fueron aprobados por la Comisión de Misión Mundial y Evangelización (CMME) y recibidos por el Comité Central del CMI.

META

Dar los medios a los participantes que les permitan continuar cumpliendo su vocación de estar en misión juntos y luchar por la reconciliación y la sanación en Cristo, en el mundo de Dios de hoy.

OBJETIVOS

  • Infundir en los participantes nuevas visión, energía, herramientas y competencias a fin de reavivar el imperativo de la misión holística.

  • Hacer que la Conferencia sea una comunidad viva de reconciliación y de sanación.

  • Vivir la experiencia de la sanación y de la reconciliación que permite la transformación de las personas.

  • Asegurar espacios sagrados y seguros en los que puedan oírse las reflexiones, las teorías y los relatos, y haya lugar para el diálogo.

  • Esforzarse por ser un signo de reconciliación y de sanación entre las iglesias.

  • Celebrar nuestra unidad en Cristo y la diversidad que Dios nos ha dado.

  • Dar la posibilidad a los participantes de comprometerse a ser agentes/multiplicadores de reconciliación y de sanación en sus propias iglesias, comunidades y contextos.

ESTILO DE LA CONFERENCIA

La meta y los objetivos indican con claridad que esta Conferencia tendrá un estilo diferente al de las anteriores (2). No habrá secciones de trabajo (como ha sido el caso en casi todas las conferencias misioneras anteriores) y no se prepararán largos informes para que sean recibidos o aprobados por el pleno de la Conferencia. Se dará importancia a la creación de espacios para compartir, dialogar, debatir, escuchar, exponer experiencias, estudios de casos o reflexiones teológicas. Los participantes tendrán la libertad de escoger el taller, el servicio de sanación o de oración, el estudio bíblico o los encuentros innovadores donde deseen contribuir y/o participar.

La Conferencia también se reunirá en sesión plenaria para orar, celebrar y hacer aportaciones específicas.

Los “grupos de reflexión y oración” (“home groups”) tendrán un papel muy importante durante la conferencia. Compuestos de 10 a 12 personas, serán espacios para la meditación bíblica, el silencio, la oración y el apoyo pastoral mutuo, basados en intercambios personales, narración de relatos y reflexiones en común. Estos grupos se reunirán por lo menos una vez al día.

Durante la Conferencia será importante mantener la índole sagrada de los espacios previstos para intercambio y diálogo. Se prevé la instalación de un centro de meditación en el que los participantes podrán dedicar tiempo al silencio y el recogimiento, así como un “equipo de pastoral” de facilitadores, integrado por personas competentes en orientación pastoral y psicológica y comunicación.

Un flujo litúrgico circulará en la Conferencia y servirá de marco al desarrollo general de la misma, al mismo tiempo que habrá expresiones concretas de elementos litúrgicos en las actividades día a día de las reuniones. No habrá pautas rígidas para esos elementos litúrgicos, que podrán manifestarse simultáneamente en diversos lugares, siguiendo la inspiración del Espíritu. Podrán ser elementos planificados destinados a todos los participantes en la Conferencia, como celebraciones, actos de confesión, afirmaciones de fe, etc., o manifestarse en los pequeños grupos que vivirán esa experiencia concreta del flujo litúrgico a lo largo del día.

  • Sugerencias de algunos elementos litúrgicos:
  • Ir al encuentro de los otros para acogerlos, conocerse mutuamente y celebrar
  • Arrepentimiento / perdón
  • Alabar a Dios
  • Escuchar la Palabra de Dios, el estudio bíblico y la reflexión
  • Compartir nuestras experiencias de sanación y reconciliación
  • Intercesiones
  • Momentos de paz
  • Enviar o encomendar
  • Afirmaciones de fe

El resultado más importante de la Conferencia serán las personas transformadas por su experiencia, motivadas y potenciadas para la misión en sus iglesias, comunidades y contextos locales.

Los participantes podrán enviar un breve y evocador mensaje a las iglesias y a los organismos de misión para compartir una perspectiva vivida en la Conferencia, permitiendo a los participantes responsabilizarse unos con otros y con sus iglesias.

Se prevé la publicación de un libro o un CD con textos, ponencias, estudios de casos, oraciones, relatos, etc., relacionados con la Conferencia para documentar el evento. Se incluirán documentación relacionada con la Conferencia y con su preparación, así como también formas pertinentes de evaluaciones misiológicas del evento.

PROCESO PREPARATORIO

La preparación de la Conferencia se basará en la reflexión y la experiencia de las iglesias, organismos misioneros, redes y congregaciones que ya participan y reflexionan en procesos de reconciliación y de sanación.

1. Internet

Una página Web creada en el sitio Web del CMI es el principal instrumento para recabar y compartir información y documentación. Preguntas, relatos, ideas, teorías, así como poesías, material para el culto, oraciones, pueden ser publicados allí, dándose la posibilidad de entablar conversaciones. Se solicita a los miembros de la CMME que consideren la posibilidad de establecer enlaces, desde sus propios sitios Web a la página Web de la Conferencia, y / o que incluyan la referencia al ámbito temático y a la Conferencia en sus propios sitios.

2. Reuniones regionales / nacionales.

Los consejos nacionales y los organismos afiliados a la CMME (3) están invitados a organizar reuniones nacionales o regionales para debatir sobre el tema y los indicadores, así como para intercambiar experiencias y reflexiones. Se recomienda, en determinadas condiciones, aprovechar las reuniones y consultas ya previstas con objeto de recibir aportaciones para la Conferencia.

3. Eventos importantes de las iglesias

Varias reuniones internacionales importantes han abordado últimamente los temas de reconciliación y sanación (4). Según se considere pertinente, se tendrán en cuenta las ideas y los desafíos que de ellas emanen en el proceso de preparación de la CMME.

4. Publicaciones.

Este documento es parte de la serie de Documentos Preparatorios de la CMME 2005, que se publican tanto en el sitio Web como en forma de documentos impresos. Además, se publicarán artículos, de carácter más académico, en International Review of Mission. Y en la Carta Ecuménica sobre Evangelización y en Contact figurarán relatos, estudios de casos e intercambios de experiencias, que también podrán ser leídos en el sitio Web.

Temas y ámbitos de interés que parecen ser importantes para la reconciliación y la sanación en la misión

Al emprender nuestra preparación de la Conferencia Mundial sobre Misión en 2005 queremos examinar lo que significan la reconciliación y la sanación en el pensamiento y la práctica misioneros de nuestro tiempo. Esta será la contribución de la CMME al Decenio para Superar la Violencia (5). En los párrafos que siguen presentamos una breve reseña del contexto actual de la misión, seguida por introducciones a los cuatro “indicadores”, temas y ámbitos de interés que parecen ser clave para una reflexión sobre la misión guiada por el Espíritu. Queda claro que estos indicadores se superponen y no deben ser considerados como temas separados (6).

Reseña del contexto actual de la misión

Después de terminar la guerra fría el orden mundial se orientó hacia la creación de un mercado unificado que, combinado con fenómenos sociales y culturales, dio lugar a lo que hoy es conocido por el término de globalización. La economía política bipolar dejó su lugar a un orden neoliberal, dirigido por un solo poder, en el que el mercado ha llegado a ser el punto de referencia más importante en todo el mundo, así como la medida para juzgar valores, logros sociales, e incluso seres humanos y las propias comunidades. Nuevos conflictos han surgido en las naciones y entre naciones, que suelen tener antecedentes culturales, étnicos o religiosos, en parte como reacción al riesgo de unificación cultural que imponen las fuerzas principales del mercado y los medios de información. Esta evolución modifica las alianzas políticas locales y regionales, y tiende a reforzar el control de los centros de poder occidentales sobre el mundo.

En este contexto, la misión necesita centrarse una vez más, deliberadamente, en el ministerio de Cristo que afirma la vida como una alternativa y medio de resistencia a tendencias y fuerzas políticas, económicas y religiosas que acarrean la opresión, la alienación y la muerte. Dar testimonio de la plenitud de vida en Cristo lleva a los cristianos y a las iglesias a considerar toda la creación como el horizonte de la misión. La base y el marco de la misión cristiana deben ser coherentemente trinitarios, fundamentados en la obra de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, desde el comienzo de la creación hasta el fin de los tiempos, y relacionados con ella. Es particularmente imperativo entender mejor el papel del Espíritu en la iglesia y en el mundo, y sus consecuencias para la práctica misionera.

La reconciliación es una noción central, que describe el perdón de Dios dado en Cristo, el propósito de la propia presencia y acción de Dios en el mundo y la visión del objetivo final de la misión de Dios (missio Dei). La reconciliación auténtica es costosa y no puede ser fácilmente alcanzada si se desvincula de la justicia, de la verdad acerca de las responsabilidades, del amor a los enemigos y el perdón. Tiene dimensiones personales, comunitarias, sociales y ecológicas. Entraña la sanación de heridas del pasado y del presente, de la injusticia y de la culpa, a nivel personal, comunitario y social.

Indicadores

  1. Problemas de identidad en el marco de contextos multifacéticos y cambiantes

La manera cómo se forjan y se viven las identidades culturales y religiosas cambia rápidamente. Debido a la influencia de las migraciones y de la nueva sociedad de la información, las identidades se mezclan y yuxtaponen, conformadas por nuevos contextos o por una conservadora búsqueda de seguridad. Si bien no es un factor nuevo, el ritmo del cambio parece acelerarse sorprendentemente, en particular en las culturas que reciben la influencia de la secularización y de las tendencias postmodernistas. La postmodernidad, desafío y oportunidad al mismo tiempo, ya no entiende la cultura como un conjunto homogéneo de tradiciones, formas sociales y cosmovisiones. La cultura se suele percibir como un proceso complejo en el que los seres humanos y las comunidades tratan de establecer y de mantener su identidad, en relación constante con otras influencias. La mayoría de los contextos en los que participamos son cada vez más pluriculturales y plurirreligiosos. Así pues, las iglesias en misión necesitan afirmar la necesidad de un ministerio pluricultural y de una cooperación cada vez mayor, siempre que sea posible, con creyentes de otras religiones. Esto exigirá una reformulación del papel del cristianismo frente a la religión en general, a la vez que insta a un testimonio que mantenga una tensión creativa entre la fidelidad a Cristo y la apertura a los otros y al Espíritu. Allí donde las identidades estén en violenta confrontación, es imperativo y urgente ejercer el ministerio de reconciliación (7)

  1. Ministerios de sanación y de reconciliación en un mundo violento

Necesitamos centrarnos en los aspectos multifacéticos de la visión contemporánea de la sanación y la reconciliación.

Es necesario prestar una particular atención a la necesidad de recuperar la vocación de la iglesia de comunidad sanadora que ofrece un espacio abierto y seguro a las personas vulnerables. Esta vocación incluye el ministerio de sanación tradicional de la iglesia, que ha sido ejercido de dos maneras diferentes

  • mediante visitas pastorales, la oración, la unción, liturgias especiales de sanación y los sacramentos.

  • mediante la profesión médica y las instituciones de salud.

A veces estas dos maneras parecen contradecirse.

Hay una diferencia entre el acto de curar y la sanación. Toda persona, incluidas las que participan en la “sanación por la fe”, desea ser curada. Sin embargo, es posible ser sanado aunque no haya curación. Las enfermedades en estado terminal o crónicas, como es el caso del VIH / SIDA, plantean la cuestión del significado de la vida en plenitud.

¿Pueden tener plenitud de vida quienes no tienen esperanza de curarse y que están físicamente enfermos? ¿Existe la posibilidad de sanar a alguien cuando se está muriendo? ¿Cómo puede la iglesia ser un apoyo para quienes sufren y en qué impugna a la profesión médica?

Al mismo tiempo, las iglesias tradicionales tienen que aceptar la interpelación de las prácticas de sanación de las iglesias pentecostales y de misión carismática que viven la experiencia de carismas que se conocían en los primeros tiempos de la misión cristiana.

Hablando en términos teológicos, necesitamos dialogar sobre cómo entendemos unos y otros la presencia sanadora del Espíritu, sobre la naturaleza del vínculo existente entre sanación y salvación, y reanudar el diálogo intercultural tan necesario sobre lo que significa “salud”, así como llevar a cabo una profunda reflexión sobre el significado bíblico de la reconciliación.

El ministerio de reconciliación en un mundo presa de la violencia

Es necesario hacer hincapié en el papel de las iglesias en situaciones de conflicto, planteando las cuestiones del arrepentimiento, el perdón, la restitución y la conciliación con los recuerdos. Aún queda por realizarse una evaluación crítica del papel de los cristianos y de las iglesias en conflictos étnicos recientes (8).

  1. En búsqueda de comunidades alternativas en un mundo globalizado

La lucha por forjar comunidades alternativas expresa la esperanza cristiana de que otro mundo es posible. Se trata de un movimiento de resistencia contra la tendencia que quiere transformar todos los aspectos de la vida en bienes de consumo (incluyendo la creación, la cultura y la religión). Se trata de un combate para abrir y ensanchar, o por lo menos mantener, algunos espacios en los que sean posibles relaciones humanas justas y viables.

El vocablo “alternativa” es esencial y se refiere a valores, relaciones e identidades alternativas. Según las normas del mercado, quien gana es el mejor, el más fuerte y aquel que hace gala de mayor imaginación. Sin embargo, el Evangelio basa sus prioridades en la gracia de Dios y valora más a quiénes parecen “perder”, a los pequeños, los humildes, los excluidos, los pobres. Cuando se habla de “alternativa” se entiende que hay algo que anda mal en el mundo, se hace un juicio sobre el mundo. Si buscamos precisar lo que significa “alternativa”, debemos hablar también de inclusión. La esencia del Evangelio de la reconciliación tiene que ver con comunidades que no excluyen, por ninguna razón, ni raciales, ni económicas, ni espirituales.

Hay varias tradiciones que expresan el significado de la palabra “alternativa”: las comunidades cristianas de base, las comunidades monásticas o de tipo monástico (tales como la de Iona, por ejemplo), muchas congregaciones locales, redes de Evangelio y Culturas, congregaciones misioneras católicas romanas, redes de Misión Urbana y Rural y, entre otras, experiencias de estructuras compartidas de colaboración en la misión.

Hablar de reconciliación y sanación implica buscar constantemente formas nuevas y diversas de ser solidarios con comunidades alternativas, en particular con las de los pobres y las víctimas del sistema económico actual. Esto será un testimonio de nuestra esperanza y visión de un mundo diferente (9).

  1. Ser una iglesia evangelizadora y misionera

El mensaje de reconciliación en Cristo debe ser compartido con todos (II Co 5:18-20). La CMME debe ser conseguir afirmar la importancia de compartir el Evangelio de manera apropiada con todas las personas, particularmente con quienes aún no han oído su mensaje. Sin embargo, cuando las iglesias no han llegado a reconciliarse, demuestran no ser capaces de responder a la vocación que han recibido (Jn 17:20-23), y su testimonio pierde credibilidad. El anhelo y la búsqueda de la unidad está en el centro mismo de la visión ecuménica de la misión. Es necesario esforzarse con ahínco por un testimonio común en las primeras etapas del camino de la reconciliación. Debemos oponernos al confesionalismo y a la competencia agresiva (proselitismo), y reconocer que el papel más importante en la misión le corresponde a la iglesia local.

Existe una necesidad urgente de alcanzar una posición ecuménica clara sobre el lugar y el papel de la evangelización en una teología holística de la misión. Esto exige una valoración de la rica diversidad de teologías y prácticas de la evangelización. Muchas iglesias históricas han perdido la pasión por comunicar el Evangelio de manera renovada, pertinente y significativa para las sociedades a las que sirven, especialmente en situaciones postmodernas. Las iglesias deberían anticiparse y no ser reactivas cuando se sienten amenazadas por evangelistas con empuje y dinamismo. Entre los grupos misioneros más dinámicos, las iglesias evangélicas y pentecostales son percibidas muchas veces como una amenaza en lugar de considerarlas una oportunidad de renovación espiritual. Ahora bien, esta renovación es esencial cuando se tiene en cuenta que las personas anhelan esa espiritualidad en muchas partes del mundo. Quizás, una manera de avanzar sea volver a examinar la “estrategia ecuménica para la evangelización de la congregación” propuesta por Raymond Fung con sus tres pilares: colaboración solidaria, culto y discipulado. Los cristianos a nivel local y las comunidades eclesiales están llamadas a participar, junto con comunidades de su vecindad, en la lucha por una vida digna y justa, así como también a sustentar su combate con una vida de oración, e invitar, cuando sea posible, a otros a ser como discípulos. Esta estrategia tiende a superar la división entre la lucha por la justicia social y la preocupación por la evangelización, a la vez que fundamenta el testimonio del Evangelio en la vida y la práctica de una comunidad sanadora y reconciliadora.

Notas

1

En este texto, el término “nosotros” es reflejo de la ambigüedad mencionada. Según la fuente en la que se basó el personal para formular los diversos párrafos, “nosotros” puede referirse a miembros de la Comisión de CMME, o del Comité de Planificación de la Conferencia. Sin embargo, “nosotros” puede significar también todos aquellos cristianos que aceptan estas formulaciones, compromisos y esperanzas. Nosotros –quienes hemos escrito este texto- invitamos –a quienes lo leen- a sentirse incluidos en este grupo, si lo desean.

Empleamos los términos “misión” y “evangelización” en el sentido en el que fueron definidos en un reciente documento de estudio aprobado por la Comisión de CMME. “Mission and Evangelism in Unity Today” (Misión y Evangelización en unidad hoy????), que ha sido publicado como el Documento Preparatorio Nº 1 para la Conferencia 2005 de la CMME.

“La misión entraña un sentido holístico: la proclamación y el compartir de las buenas nuevas del Evangelio por la palabra (kerygma), los hechos (diakonía), la oración y el culto (leiturgía) y el testimonio cotidiano de la vida de los cristianos (martyría); la enseñanza como forma de moldear y fortalecer a las personas en su relación con Dios y unas con otras; y la sanación como plenitud y reconciliación en la koinonía – comunión con Dios, comunión con las personas y comunión con la creación como un todo.

“La evangelización” no excluye las diversas dimensiones de la misión y se centra en la comunicación explícita y deliberada del Evangelio, incluida la invitación a la conversión personal a una nueva vida en Cristo y al discipulado.”

2

Una visión general de las conferencias mundiales sobre misión anteriores, primero las organizadas por el Consejo Misionero Internacional y luego por el Consejo Mundial de Iglesias, puede consultarse en la página web del CMI (véanse las páginas “Programa de misión y evangelización” o “Conferencia Mundial sobre Misión”).

3

Los “organismos afiliados a la CMME” son consejos de iglesias u organizaciones misioneras afiliadas a la Conferencia de CMME de conformidad con sus estatutos. Actualmente son más de 50, de muchos países y continentes del Norte y del Sur. Muchos de estos organismos fueron originalmente miembros del Consejo Misionero Internacional hasta que éste se uniera al CMI en 1961. Desde entonces, nuevas afiliaciones acepta con regularidad la Comisión de CMME.

4

Conferencia de las Iglesias Europeas (KEK), 25 de junio – 2 de julio de 2003, Trondheim, Noruega; Jesucristo sana y reconcilia: Nuestro testimonio en Europa.

Federación Luterana Mundial (FLM), 21-31 de julio de 2003, Winnipeg: Para la sanación del mundo.

Alianza Mundial Reformada (ARM), 30 de julio –14 de agosto de 2004, Accra, Ghana : Para que todos tengan plenitud de vida.

5

EL “Decenio para Superar la Violencia – las iglesias en pos de la reconciliación y la paz” fue decidido en la Asamblea de Harare del CMI en 1998 e inaugurado oficialmente en Berlín en 2001. Se han indicado cuatro temas principales como asuntos de mayor interés: el espíritu y la lógica de la violencia; el uso, el abuso y el mal uso del poder; las cuestiones relativas a la justicia; identidad y pluralismo religiosos.

Véase el sitio Web especial del Decenio.

Basta remitirnos aquí a los siguientes documentos:

  • Why violence? Why not peace? A study guide to help individuals and groups in the churches to reflect and to act in the Decade to Overcome Violence. Ginebra, CMI, 2002.

  • Margot Kässmann: Overcoming Violence. The challenge of the churches in all places. CMI, 2000 (ed. Rev.).

6

Como fue mencionado previamente, estos temas no dan lugar a cuatro secciones temáticas en la Conferencia. Todos los “indicadores” están destinados a la reflexión y al intercambio de experiencias sobre el tema de la Conferencia.

7

Cada párrafo estará acompañado de una breve lista de material seleccionado de entre las publicaciones del CMI. Una bibliografía más extensa se encuentra en la página Web de la Conferencia.

Introducción general : “Hacia la plenitud de vida”. Número especial de International Review of Mission (IRM), Octubre 2002. Contiene artículos sobre identidad y pluralismo, sanación y VIH/SIDA, y sobre experiencias de colaboración intercontinentales.

Evangelio y Culturas:

  • Christopher Duraisingh (encargado de la publicación.): Llamados a una sola esperanza. El Evangelio en las distintas culturas. Contiene todos los documentos importantes de la Conferencia Mundial sobre Misión y Evangelización en Salvador de Bahía.

  • "Gospel and cultures pamphlets". Serie publicada antes de la Conferencia de Salvador.

  • "Mission in secular and postmodern contexts" I y II, IRM Enero y Abril de 2003.

Ministerio multicultural:

  • Seongja Yoo-Crowe and Coldville Crowe (eds.) Reports from the First and the Second International Network Forum on Multicultural Ministry. Sydney, Iglesia Unida de Australia e INFORM, 2000 y 2002.

  • "Open Space: African Christian Diaspora in Europe and the Quest for Human Community", número especial de IRM, Julio de 2000.

Pluralismo religioso y relaciones interreligiosas.

  • Consideraciones ecuménicas sobre el diálogo y las relaciones con creyentes de otras religiones. Balance de 30 años de diálogo y revisión de las Directrices de 1979. Ginebra, CMI, 2003.

8

Entre los documentos seleccionados publicados por el CMI figuran:

Sanación

  • "Health, Faith and Healing". Número doble de International Review of Mission (IRM). Enero/Abril 2001.

  • Hacer frente al Sida. Una respuesta de las iglesias. Documento de estudio del CMI. Ginebra, CMI, 1997.

  • Karin Granberg-Michaelson: Healing Community. CMI, 1991.

  • Salud Integral. papel de las iglesias en la salud. Informe de un estudio llevado a cabo por la Comisión Médica Cristiana. Ginebra, CMI, 1990.

  • Otros documentos, particularmente sobre el SIDA, están a disposición. Consulte el sitio Web del CMI o solicite a la Secretaría de Salud del CMI y a la oficina de coordinación de la Iniciativa ecuménica sobre VIH /SIDA en África.

Reconciliación

  • Documento Preparatorio Nº 2 para la Conferencia de la CMME: Hoja de trabajo sobre procesos de reconciliación.

  • Geneviève Jacques: Más allá de la impunidad: un enfoque ecuménico de la verdad, la justicia y la reconciliación. Ginebra, CMI, 2000.

  • Philip Lee (encargado de la publicación): Communication & Reconciliation. Challenges facing the 21st century. Ginebra, CMI, 1991.

9

Entre los documentos seleccionados publicados por el CMI figuran:

  • A Church of All and for All. Una declaración provisional preparada por la Red Ecuménica de Defensa de las Personas Discapacitadas (EDAN) en colaboración con Fe y Constitución, y recibida por el Comité Central del CMI, 2003.

  • Ian M. Fraser: Many Cells, One Body. Stories from small Christian Communities. Ginebra, CMI, 2003.

  • Jim Forest: The Ressurrection of the Church in Albania. Voices of Orthodox Christians. CMI, 2002.

  • Lothar Bauerochse: Learning to Live Together. Interchurch partnerships as ecumenical communities of learning. CMI, 2001.

  • Hugh Lewin : A Community of Clowns. Testimonies of people in Urban Rural Mission. CMI, 1987.

10

Entre los documentos seleccionados publicados por el CMI figuran:

  • Raymond Fung: The Isaiah Vision. An Ecumenical Strategy of Congregational Evangelism. CMI (1992), reimpreso en 2002.

  • Hacia un testimonio común: Llamamiento para establecer relaciones responsables en la misión y renunciar al proselitismo. Un documento recomendado a las iglesias por el Comité Central del CMI, 1997.

  • Raymond Fung and Georges Lemopoulos (eds.): Not a Solitary Way. Evangelism stories from around the World. CMI, 1992.

  • Raymond Fung (ed.): Evangelistically Yours, Ecumenical Letters on Contemporary Evangelism. CMI, 1992.

Octubre 2003.