Documento preparatorio No 2

Introducción

Esta hoja de trabajo pretende ser una herramienta para la reflexión y /o la preparación de un debate sobre reconciliación y, en particular, sobre la reconciliación social y su importancia para las iglesias en misión.

Se basa principalmente en reflexiones sacadas del libro de Robert Schreiter The Ministry of Reconciliation. Spirituality and Strategies. Maryknoll, Orbis, 1998, págs. 105 y ss., y en la experiencia de colegas del CMI, en particular de Guillermo Kerber Mas del equipo deL CMI de Asuntos Internacionales, Paz y Seguridad Humana.

Preámbulo

Hacer frente a la cuestión de la reconciliación a nivel social y político es fundamental en el momento actual. El ministerio de reconciliación y sanación al que están llamadas las iglesias no se refiere únicamente a las relaciones interpersonales. Las iglesias tienen que ejercer su ministerio profético en situaciones que requieren discernimiento, sabiduría y experiencia en procesos comunitarios. Sin embargo, es necesario que sepan distinguir entre reconciliación individual y reconciliación social, en el sentido de que los procesos no son necesariamente los mismos en cada caso.

Muchas veces, las iglesias han sido responsables de graves crímenes de lesa humanidad (por ejemplo su participación en dictaduras de América Latina o en el genocidio de Rwanda). Sin embargo, cabe señalar asimismo que los dirigentes de las iglesias también han desempeñado papeles clave en procesos de reconciliación en diferentes países (por ejemplo, el arzobispo Tutu en Sudáfrica, el cardenal Arns en Brasil, entre otros). Sin embargo, muy a menudo, las iglesias y los dirigentes de iglesia se han mostrado reacios a participar o a permitir que participen las iglesias en procesos de reconciliación a nivel social o nacional.

La reconciliación debe considerarse como un enfoque más amplio de la justicia que los enfoques político o judicial. Los acuerdos de paz, las decisiones del poder judicial no logran la plena justicia para la sociedad. Es necesario un proceso más profundo, en particular la conciliación con los recuerdos, la capacidad de perdón, la necesidad de trascender las divisiones entre víctima y victimario. Esto es lo que se entiende por proceso de reconciliación.

Cuestionario sobre reconciliación

“Definir la reconciliación en un determinado contexto es una parte importante de la etapa inicial del propio proceso de reconciliación”

(Schreiter, 1998, p. 106)

La primera pregunta que debemos hacernos es qué y quién necesitan reconciliación. Los autores y las víctimas tendrán distintas respuestas a esta pregunta. ¿Debe resolver la reconciliación los males más evidentes (por ejemplo, los abusos de los derechos humanos) o las causas principales (por ejemplo, la propiedad de la tierra, las cuestiones de identidad)? ¿Es el proceso de reconciliación el mejor camino para resolver el problema o hay otros medios más idóneos, como la actuación judicial?

La segunda pregunta es ¿Por qué? ¿Por qué es necesaria la reconciliación en una determinada circunstancia? ¿Qué medios se utilizaron para resolver un conflicto a nivel político y judicial? ¿Cómo reaccionaron las personas ante la utilización de esos medios? ¿Existe la impresión de que se ha pasado por alto algo importante?

La tercera pregunta está relacionada con los medios idóneos para la reconciliación. Esto puede plantear cuestiones culturales, requerir una reflexión sobre los recursos disponibles (por ejemplo si existen personas formadas jurídicamente), y un análisis de los obstáculos (los poderes que tienen responsabilidad en los actos cometidos pueden seguir en su lugar o tener influencia).

En cuarto lugar, es necesario dialogar sobre los que significa la reconciliación. ¿Cuál es su objetivo? Puede que no sea posible saberlo por adelantado, pero es necesario tener un diálogo al respecto.

A continuación es necesario reflexionar sobre los actores y su programa y papel en el proceso de reconciliación (véase Schreiter, 1998, p. 108-110)

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