Él juzgará entre muchos pueblos y arbitrará entre naciones poderosas, hasta las más distantes. Y convertirán sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación ni se adiestrarán más para la guerra. Cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera. Y no habrá quien los amedrente… (Miqueas 4:3-4).

Tras la primera mesa redonda ecuménica del 30 de marzo de 2022, se convocó una segunda mesa redonda ecuménica sobre la guerra en Ucrania el 10 de junio de 2022 en Bossey (Suiza), por invitación del secretario general en funciones del Consejo Mundial de Iglesias (CMI).

Altos representantes de las iglesias miembros del CMI de varios países europeos vecinos que se han visto directamente afectados por el actual conflicto se reunieron para llevar a cabo una consulta conjunta en relación con los acontecimientos relevantes que han tenido lugar desde la primera mesa redonda y para debatir sobre respuestas apropiadas que podría aportar el movimiento ecuménico, incluyendo las respuestas en el contexto de la próxima 11ª Asamblea del CMI, que tendrá lugar en Karlsruhe (Alemania) del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2022.

Con gran tristeza y pesar, hemos vuelto a echar de menos la presencia de representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que se habían comprometido a participar en nuestra reunión, pero que no lo han hecho debido a los cambios que han tenido lugar muy recientemente en la jerarquía del Patriarcado de Moscú. Obviamente, la ausencia de estos interlocutores clave constituyó un obstáculo fundamental para el propósito para el que nos reunimos: el diálogo y la consulta mutua.

Las personas que participaron en esta segunda reunión reafirmaron enérgicamente la posición ecuménica conjunta expresada por aquellas que participaron en la primera mesa redonda, especialmente el rechazo de la guerra como acto contrario a la voluntad de Dios, y del uso de la fuerza militar mortífera como medio para resolver conflictos, ya sea en Ucrania o en cualquier otro lugar. Reiteramos nuestra denuncia de la agresión militar injustificada e ilegal lanzada por los dirigentes de la Federación de Rusia contra la población del Estado soberano de Ucrania. Volvemos a pedir un alto el fuego inmediato y el diálogo y las negociaciones como único camino moralmente aceptable.

Además del terrible sufrimiento del pueblo de Ucrania y de la pérdida de preciosas vidas en ambos bandos, también planteamos de nuevo las consecuencias de esta guerra injustificable para las personas pobres y vulnerables de todo el mundo, especialmente en el contexto de la creciente crisis alimentaria mundial y la aceleración del avance hacia la catástrofe climática impulsadas por los efectos de este conflicto.

A pesar de la ausencia de nuestros interlocutores de Rusia en esta reunión, volvemos a insistir en la importancia fundamental del CMI como plataforma de encuentro y diálogo entre las iglesias y comunidades más directamente afectadas por esta guerra. Esta es la contribución única y crucial que el movimiento ecuménico mundial puede aportar a la resolución pacífica de esta crisis en la que todos tenemos puesta nuestra esperanza y por la que todos oramos. La llamada al diálogo, al encuentro y a la búsqueda del entendimiento mutuo es la propia esencia del ecumenismo. La división y la exclusión son la antítesis del propósito de nuestro movimiento.

No obstante, rechazamos firmemente la aparente instrumentalización del lenguaje religioso por parte de líderes políticos y eclesiásticos para apoyar la invasión armada de un país soberano. Solo podemos verlo como algo que contradice fundamentalmente nuestro entendimiento común de los principios cristianos y ecuménicos básicos. Por ello, es esencial el diálogo basado en el amor y la verdad. Es urgentemente necesario para contribuir a invertir la tendencia hacia la división, la confrontación y el conflicto, y para ayudar a sanar las profundas heridas que ha provocado esta brutal guerra en curso en la comunidad mundial.

Oramos para que la 11ª Asamblea del CMI y su tema, El amor de Cristo lleva al mundo a la reconciliación y la unidad, puedan proporcionar tanto inspiración como impulso para la paz, la reconciliación y la sanación que anhelamos, y pedimos a los dirigentes del CMI y a su Comité Central que examinen las maneras en que la Asamblea puede responder más eficazmente a esta necesidad acuciante.

Dra. Agnes Abuom

Consejo Mundial de Iglesias

Obispo Zoltán Balog

Iglesia Reformada en Hungría

Obispo Dr. Heinrich Bedford-Strohm

Iglesia Evangélica en Alemania

Arzobispa Dra. Antje Jackelén

Iglesia de Suecia

Rev. Dr. Kimmo Kääriäinen

Iglesia Evangélica Luterana de Finlandia

S.E. Michal, arzobispo de Praga y de las Tierras Checas

Iglesia Ortodoxa de las Tierras Checas y Eslovaquia

Obispo Peter Mihoc

Iglesia Evangélica de la Confesión de Augsburgo en Eslovaquia

Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca

Secretario general en funciones del Consejo Mundial de Iglesias (convocante)

S.E. metropolitano Prof. Dr. Nifon de Targoviste

Iglesia Ortodoxa Rumana


 

Rvdmo. Dr. Olav Fykse Tveit

Iglesia de Noruega

Arzobispo Urmas Viilma

Iglesia Evangélica Luterana de Estonia

P. Jan Beranek

Iglesia Ortodoxa en las Tierras Checas y Eslovaquia (intérprete)

 

Personal del CMI

Marianne Ejdersten

Directora de Comunicación

Peter Prove

Director, Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales

Diana Chabloz

Asistente del secretario general en funciones