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11 de octubre de 2004

Con profunda tristeza hemos recibido la noticia del fallecimiento del Pastor Humberto Ramos, Presidente de la IELB y miembro de la Junta Directiva de CLAI, como también de la hermana Verena Welz y los pastores Juan Cevallos y Ramón Conde.

En nombre del Consejo Mundial de Iglesias quiero hacer llegar a sus familias y a la Iglesia Luterana en Bolivia nuestras sentidas condolencias y nuestra profunda solidaridad en estos momentos de tristeza y separación. La muerte de estos hermanos es una gran pérdida no sólo para la Iglesia Evangélica Luterana en Bolivia y para el país, sino para todo el movimiento ecuménico latinoamericano y mundial.

Tuvimos la oportunidad de conocer al Pastor Humberto Ramos y de su bendecido ministerio quisiéramos recordar su destacado compromiso con la causa de la vida; su profundidad teológica enraizada en su cultura y espiritualidad Aymara; su sabiduría y humildad que le hicieron ser un pastor fiel y un hermano siempre solidario.

Creemos que el legado de enseñanzas y experiencias que estos hermanos dejan a la IELB como a todos nosotros, continuarán alumbrando el camino de las generaciones mas jóvenes en la búsqueda de un mundo más justo y más humano.

Queridos hermanos y queridas hermanas, en este momento también nos unimos a Uds. para agradecer al Señor por la vida y el testimonio de estos hermanos y hermana. Oramos para que la visión y la esperanza que les guió continúen animándoles como Iglesia en sus esfuerzos por continuar siendo fieles al Señor de la vida. Oramos también para que Dios consuele a las familias de nuestros hermanos y hermana y dé a todos y a todas su paz.

Compartimos con ustedes en esta etapa de dolor, las palabras del apóstol Pedro: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos” (I Pedro 1:3).

Invocamos la presencia consoladora del Dios Creador sobre Uds. y les animamos en la gloriosa esperanza de la resurrección,

Fraternalmente en Cristo,

Rev. Dr Samuel Kobia
Secretario General