1-9 de agosto 2008

"Después de esto derramaré
mi espíritu sobre todo ser humano,
y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros ancianos soñarán sueños,
y vuestros jóvenes verán visiones."

Joel 2:28

¡La paz, la justicia y la unidad sean con ustedes gracias a la presencia infalible de nuestro Dios Trino y Uno!

El profeta Joel predijo el derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne. Y proclamó no sólo que "vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán", y que los jóvenes "verán visiones", sino que los miembros más viejos de la comunidad "soñarán sueños". Si nos atenemos a la edad, estoy habilitado para soñar los sueños de que hablaba Joel. Y deseo compartir mis sueños con ustedes.

Mis sueños abarcan memorias: memorias vivas que incluyen mi propia experiencia de haber participado hace casi 40 años en la fundación del Consejo de Estudiantes Cristianos de Kenya, de haber servido como presidente nacional de esa organización entonces en ciernes, de haber representado a los estudiantes kenyanos en la 26ª Asamblea General de la FUMEC, celebrada en Addis Abeba en 1973. Fue una de las primeras etapas de mi peregrinación ecuménica, y soy profundamente consciente de la influencia que puede tener el movimiento estudiantil cristiano en la vida de una persona.

Mis sueños abarcan la larga memoria ecuménica de un movimiento dedicado a la consecución de la paz y la justicia. Es un movimiento de discípulos que sigue los pasos de Jesús, generación tras generación, comprometidos en la fe a amar a Dios y al prójimo, a actuar con compasión, a buscar la unidad, a dar testimonio y ser fieles a la misión, a establecer la justicia en toda la tierra.

Mis sueños resuenan con el entusiasmo de "una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas" (Ap 7:9). Es un sueño de armonía de la creación, de transformación de la tierra que conocemos, de cumplimiento del reino de Dios. Mi sueño se basa en las memorias aunque esté abierto a las visiones proféticas.

El Espíritu Santo es derramado hoy aquí, inspirándonos a todos nosotros. Tras haberles contado lo que sueño, estoy impaciente por escuchar la narración de las visiones que ustedes sueñan y que predicen lo que el mañana nos depara.

El Consejo Mundial de Iglesias desea acompañar en oración a los dirigentes y a la Asamblea de la FUMEC en sus deliberaciones sobre las orientaciones fundamentales que habrá de seguir la Federación durante los próximos cuatro años. Estamos ansiosos de poder continuar nuestra cooperación ecuménica en el futuro.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo, sean con esta Asamblea de la Federación Universal de Movimientos Estudiantiles Cristianos y permanezcan con cada uno de ustedes en su vida y su ministerio. Amén.

Rev. Dr. Samuel Kobia

Secretario General del CMI