El Octavo informe del Grupo Mixto de Trabajo entre la Iglesia Católica Romana y el Consejo Mundial de Iglesias delinea las actividades del Grupo entre los años 1999 al 2005 e incluye tres documentos de estudio y asimismo algunos temas y asuntos discutidos durante ese período.

Del 17 al 19 de Noviembre de 2005, se realizó en Bossey, Suiza, una consulta en ocasión del cuadragésimo aniversario de la creación del Grupo. Bossey fué el lugar donde se celebró la primera reunión en 1965. La reunión confirmó el Octavo Informe (1999-2005) y aprobó sus recomendaciones.

Entre las recomendaciones, el primer lugar lo ocupa "la necesidad de promover un regreso a las raíces espirituales del ecumenismo." El informe agrega que lo que se necesita es " una renovada espiritualidad ecuménica que esté basada en las riquezas de nuestras tradiciones respectivas," la que a su vez permitirá "enriquecer mutuamente la espiritualidad, por medio de la oración común y otras formas del compartir espiritual." 

La segunda recomendación subraya que "ee necesario un mayor esfuerzo en el area de la formación ecuménica." El informe hace hincapié en "la importancia de ofrecer a los jóvenes la oportunidad de conocer otras tradiciones diferentes a la suya, particularmente a través de programas comunes de formación, misión y servicio."

En tercer lugar, y como parte de una preocupación del grupo, el informe señala la necesidad de dar un seguimiento cercano a las "difícultades que pueden dividir a las iglesias y que se encuentran cuando se da un testimonio común en los temas de índole moral, tanto personales como sociales. Una lista incluye de estos asuntos incluye los siguientes: "los derechos bio-éticos, humanos, civiles y religiosos, los asuntos relacionados con la paz, la justicia social, la sanación de las memorias, la sexualidad humana y la reproducción." 

Finalmentre, el informe enumera los "nuevos desafíos" que requieren una respuesta de parte de los Cristianos y "que podrán ser examinados fructíferamente por el próximo Grupo Mixto de Trabajo. Estos nuevos desafíos incluyen "el diálogo interreligioso", "el pluralismso religioso, y en algunos lugares la ausencia creciente de Dios en la vida cultural," " la expansión de la tecnología moderna y el poder de los medios masivos de comunicación," "el predominio de la injusticia y las diferentes formas de violencia y temor que produce el terrorismo internacional."

El Octavo informe del
Grupo Mixto de Trabajo entre
la Iglesia Católica Romana y
el Consejo Mundial de Iglesias
1999-2005