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Photo: Albin Hillert/WCC

Photo: Albin Hillert/WCC

Oración ecuménica para celebrar el

Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial

21 de marzo de 2021

Invitación

Vengan todos los que han sido excluidos y marginados.

Vengan todos los que han sido indiferentes ante la injusticia racial.

Vengan todos los que han cuestionado proféticamente el racismo.

Vengan todos los que han cometido actos de injusticia racial.

Vengan todos y encuentren descanso para su alma fatigada.

Vengan a la fuente de vida y reciban gracia sobre gracia.

Dios trino,

en quien vemos la relación interpersonal perfecta del amor como Padre, Hijo y Espíritu Santo, venimos en respuesta a tu amor y alegres sabiendo, cuando nos acercamos a ti,

que nadie será rechazado.

Canto (p. ej., “God welcomes all, strangers and friends” [Dios acepta a todos, extranjeros y amigos], canto muy breve de la Comunidad de Iona, originario de Sudáfrica; “Behold how good it is” [Miren qué bueno es], un canto basado en Salmos 133, p. ej. de Hawái; “All are welcome/Let us build a house where love can dwell…” [Todos son bienvenidos/Construyamos una casa donde el amor puede morar...], conocido canto de Marty Haugen de EE. UU.)

Oración de apertura

Dios de todos, Dios trino, tú eres la fuente del amor perfecto.

Mientras celebramos el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial,

reconocemos que eres Dios,

que creó a todas las personas moldeándonos a su imagen y semejanza.

Mientras damos gracias por la maravilla y belleza de las obras de tus manos,

también lamentamos

las múltiples maneras en que tratamos de perjudicar y mancillar a los demás como creación tuya.

Escuchemos de nuevo en este día la verdad de tu palabra

cuando nos enfrentamos a las preguntas:

“¿No tenemos todos un padre? ¿No nos ha creado un Dios?

¿Por qué entonces no tenemos fe los unos en los otros?”.

Mientras oramos juntos, ¡que tu Espíritu de verdad nos refresque y renueve!

Llénanos, te rogamos, con tu luz, tu gracia y tu fortaleza.

Deleita nuestras mentes con pensamientos saludables que dan vida de unos hacia otros.

Mientras trabajamos para eliminar la discriminación racial, aúna nuestras lenguas, renueva nuestros corazones.

Oramos en el nombre de Aquel en quien ya no hay judío ni griego,

no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer, Jesús, el Cristo.

Amén

Salmos 4

Dios de mi justicia, ¡responde a mi clamor!

    Cuando estoy angustiado, tú me infundes aliento;

    ¡compadécete de mí y escucha mi oración!

Ten misericordia y escucha nuestro lamento, Señor.

(El texto en negrita puede sustituirse por una respuesta cantada, p. ej. “Señor, escucha nuestra oración y permite que llegue a ti nuestro lamento” del Hno. Paschal Jordan de Trinidad y Tobago).

Ustedes, hombres mortales, ¿hasta cuándo ofenderán al que es mi gloria,

    y amarán y buscarán la falsedad y la mentira?

Ten misericordia y escucha nuestro lamento, Señor.

Entérense de una vez: el Señor escoge a los hombres justos,

    así que me escuchará cuando yo lo invoque.

Pónganse a temblar, y no pequen;

    más bien, mediten en sus camas y guarden silencio.

Ten misericordia y escucha nuestro lamento, Señor.

Ofrezcan al Señor sacrificios de justicia y pongan su confianza en él.

Son muchos los que preguntan «¿Quién nos hará ver el bien?».

    ¡Que la luz de tu rostro, Señor, nos ilumine!

Ten misericordia y escucha nuestro lamento, Señor.

Tú pusiste en mi corazón más alegría

    que la de tener trigo y vino en abundancia.

Por eso me acuesto y duermo en paz,

    porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado.

Ten misericordia y escucha nuestro lamento, Señor.

Oración de confesión

Dios misericordioso, confesamos que como seres humanos, a veces perdemos el compás de tu llamado a la santidad y la rectitud.

No siempre nos movemos al tiempo de tu redoble de paz contigo y con los demás.

Resistimos los empujoncitos de tu Espíritu Santo para cumplir el nuevo mandamiento de nuestro Salvador: amarse unos a otros.

En vez de eso, nos cuesta incluso tolerarnos y tolerar la singularidad de cada ser humano.

Nuestra falta de fe nos pone en desventaja con tus movimientos de compasión expresados por medio del amor de Cristo.

Confesamos que hemos utilizado nuestras voces distorsionadas para decir palabras que no edifican, sino que más bien destruyen.

Confiamos en tu gracia para restablecer la dulce armonía en nuestras vidas, nuestras comunidades y nuestro mundo, especialmente en estos tiempos difíciles e inciertos.

Mientras confesamos nuestra pecaminosidad, llévanos al arrepentimiento para que valoremos a todos los seres humanos, pues contribuyen a la orquesta de la sinfonía de la vida.

Te rogamos, Señor, ten misericordia. Amén.

Tengan la seguridad de que Dios es justo y fiel y nos perdonará cuando confesamos y nos arrepentimos.

Lectura de 1 Juan 3:11-18

Amarse unos a otros

11 Éste es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. 12 No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano eran justas. 13 Hermanos míos, no se extrañen si el mundo los odia. 14 En esto sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida: en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en la muerte. 15 Todo aquel que odia a su hermano es homicida, y ustedes saben que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 16 En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. Así también nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos. 17 Pero ¿cómo puede habitar el amor de Dios en aquel que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano pasar necesidad, y le cierra su corazón?

18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

Palabra del Señor.

Demos gracias a Dios.

Momento para la reflexión silenciosa

Canto (Como himno después de la lectura de la Biblia, pueden desear utilizar un himno tradicional como “Blest be the dear uniting love” [Bendito sea el preciado amor que trae unidad] de Charles Wesley. O un canto más nuevo como “May our lives speak of your love” [Que nuestras vidas hablen de tu amor] de Ian Coates de Australia).

Oraciones de acción de gracias y de intercesión

Dios creador, nos inclinamos en humilde adoración por tu extraordinario poder y presencia constante. Celebramos que has creado todas las razas y pueblos por igual a tu imagen.

Te damos gracias.

Jesucristo, nuestro Salvador y Señor, damos gracias por que, en tu muerte en la cruz, redimes a toda la humanidad liberando a todos los que están de alguna manera oprimidos.

Te damos gracias.

Espíritu Santo, damos gracias por las maneras en que hoy nos declaras culpables de discriminación racial, injusticia y odio, y nos conviertes en ministros de la reconciliación, tendiendo puentes y sanando heridas.

Te damos gracias.

Estamos agradecidos por que cada día nos permites, a tu pueblo, reconocer su lugar adecuado en tu creación. Damos gracias por las personas de todas partes que siguen luchando para liberar a quienes son constantemente discriminados por su identidad racial.

Te damos gracias.

Damos gracias por que en la lucha para eliminar la discriminación racial, mujeres y hombres han respondido tu llamado a esta vocación y han contribuido de manera positiva a esta causa buscando mejorar la condición de toda la humanidad por medio de sus talentos, habilidades e ideas.

Te damos gracias.

Dios misericordioso, contrariamente a tu plan divino, el racismo sigue siendo generalizado y causando división en este mundo. En muchos lugares, demasiadas personas todavía son consideradas y tratadas como inferiores por el color de su piel.

Oramos por que tu poder liberador nos libere del racismo.

Escúchanos, Señor, y ten piedad.

Dios de amor, recordamos en estos momentos a nuestros hermanos y hermanas del mundo entero que sufren a causa de estructuras racistas, legados de la doctrina del descubrimiento y el colonialismo.

Oramos por quienes son explotados, manipulados y discriminados por el color de su piel.

Escúchanos, Señor, y ten piedad.

Dios de los oprimidos, te pedimos que transformes las estructuras políticas y sociales

que deshumanizan a tu pueblo. Que los dirigentes de todos los países sean guiados por tu Espíritu Santo para que todas las decisiones tomadas sean por el bien común.

Escúchanos, Señor, y ten piedad.

Dios liberador, alzamos ante ti a quienes han sufrido una historia dolorosa de esclavitud africana. Borra, oh Dios, las cicatrices y la mentalidad del colonialismo y el imperialismo.

Libera en ellos el poder de desarrollar todo su potencial y facilítales que se solidaricen con los demás mientras trabajamos todos juntos para garantizar que se pone fin a la discriminación racial allí donde existe.

Escúchanos, Señor, y ten piedad.

Oramos por que el Espíritu Santo nos dé valor para afrontar nuestros propios prejuicios

y abra nuestros ojos con respecto a nuestras posiciones privilegiadas,

permitiéndonos así construir una comunidad justa de hermanos y hermanas

caracterizada por la atesorada diversidad, el respeto mutuo y el aprecio.

Nos unimos para orar como Jesús nos enseñó: Padre nuestro...

Bendición

Que la libertad que se concede a través de Cristo,

se viva en el poder del Espíritu Santo,

mientras afirmamos que Dios, el Creador, declaró sobre todo lo que fue creado: es bueno.

AmÉn.