Del secretario general del Consejo Mundial de Iglesias

"Los sabios"- He Qi 
Material utilizado con la generosa autorización del artista. www.heqiart.com

Queridos amigos y compañeros de viaje:

Les saludo en nombre de Dios Todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo.  Que las bendiciones de este tiempo de Adviento, un tiempo de expectación, se ciernan sobre sus hogares y sus comunidades, y  se hagan especialmente presentes en las vidas de aquellos que tienen que dejar sus hogares en tiempos como este.

Es un tiempo que nos invita a regocijarnos ante la perspectiva de manifestaciones más abundantes de los propósitos de amor de Dios:

« ¡Levántate, resplandece! ¡Tu luz ha llegado! ¡Ya la gloria del Señor brilla sobre ti!». (Isaías 60:1).

Se trata de una confesión de la gran esperanza de que Dios guíe a las personas de buena voluntad a través de las tinieblas hacia el cumplimiento de la promesa de Dios:

«Tu luz guiará los pasos de las naciones; los reyes se guiarán por el resplandor de tu aurora».  (Isaías 60:3).

Tertuliano, uno de los primeros autores cristianos, asociaba a estos "reyes" de la profecía hebrea con los sabios del Evangelio de Mateo, los eruditos seguidores de la luz, en su deseo de acompañar a Jesús:

«Jesús nació en Belén de Judea en los tiempos del rey Herodes.  En aquel tiempo, unos sabios que venían desde el oriente llegaron a Jerusalén  y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?   Porque hemos visto su estrella en el oriente, y venimos a adorarlo.»  (Mateo, 2:1-2).

Pensando en que el rey de aquel momento podría indicarles la dirección, los sabios llegaron a la corte real antes de darse cuenta de que la luz que estaban siguiendo les llevaba a otro lugar.  Le explicaron al rey Herodes el motivo de su viaje antes de darse cuenta de que a este le preocupaban otras cuestiones.   El camino hacia la luz puede ser distinto del que creemos.

Por eso, cuando encontraron a Jesús, los sabios continuaron con su peregrinación de vuelta a sus hogares por un camino diferente: no eligieron el camino de grandeza de Herodes, sino un camino de proclamación y de alabanzas, de justicia y de paz.

En este tiempo de Navidad y Epifanía, de Dedicación y del Bautismo de Jesús, nos regocijamos en la Buena Nueva que guió tanto a los pastores de los campos cercanos como a los sabios que venían de tierras lejanas: la buena nueva que sigue arrojando su luz gloriosa sobre el mundo entero.

No importa cuán oscura sea la noche de nuestros tiempos: Dios es nuestra luz.

Oremos:

Guíanos con tu luz, Señor. Guía nuestros pasos durante nuestra peregrinación de justicia y paz.

¡Demos gracias a Dios!

Rev. Dr. Olav Fykse Tveit

Secretario general del Consejo Mundial de Iglesias

 

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Vídeo de Navidad del CMI 2014