Así oramos en mi iglesia cuando celebramos la resurrección de Jesús. Así alabamos a Jesús, que aceptó el dolor para nuestra salvación. Con su resurrección, Jesús venció a la muerte. Esta es la fiesta conocida en la liturgia ortodoxa como la fiesta de las fiestas, el período más importante del año.
Nos inclinamos ante Jesús crucificado al tiempo que celebramos su resurrección de entre los muertos. Nos presentamos ante la santa tumba y oramos por el mundo entero. Oramos también por Tierra Santa, una tierra de paz, amor, historia y patrimonio que alberga los lugares donde se desarrolló el cristianismo. Oramos para que prevalezcan la paz y la justicia, y para que los palestinos sean liberados de la ocupación y puedan perseguir la vida digna que tanto merecen.
Oramos por Jerusalén, ciudad sagrada para las tres religiones monoteístas. Una ciudad que, supuestamente, es la ciudad de la paz, pero, por desgracia, hoy es la ciudad del conflicto, la violencia y el odio.
Pido a las fuerzas políticas del mundo que restablezcan la paz en Jerusalén, que trabajen para preservar la identidad de la ciudad y su papel en nuestras vidas. Es inconcebible que los palestinos y sus lugares sagrados sean tratados con la mayor crueldad e injusticia. Semejantes acciones son inaceptables.
Oramos para que acaben todas las guerras y prevalezca la paz en todo el mundo. Oramos para que prevalezcan el amor, la compasión y la fraternidad de todos los seres humanos; y para que acaben el odio, el racismo y la violencia que tanto condenamos y rechazamos.
Durante la Pascua, recordemos también a las víctimas de los recientes terremotos en Siria y Turquía. Estas personas han perdido a sus seres queridos, sus hogares y todas sus posesiones. Oramos para que Dios Todopoderoso sane sus heridas en estos difíciles momentos.
En la fiesta de la resurrección, y desde Jerusalén, la ciudad de la resurrección, enviamos nuestros mejores deseos, paz y amor a todos los celebrantes.
¡Jesús ha resucitado! ¡Ha resucitado de verdad!
Atallah Hanna, arzobispo ortodoxo de Sebastia.