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Las mujeres de Sudán del Sur alzaron sus voces para narrar sus historias de violencia, miedo e inseguridad constantes. ©Geoffrey Alemba Kenyan/CMI

Las mujeres de Sudán del Sur alzaron sus voces para narrar sus historias de violencia, miedo e inseguridad constantes. ©Geoffrey Alemba Kenyan/CMI

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Si el espíritu humano y su voluntad de paz y justicia para todos, a imagen de la de Dios, está presente en el mundo, el equipo de la peregrinación que visitó Sudán del Sur esta semana ha sido testigo de ello.

Del 5 al 9 de mayo, una "delegación de peregrinos" del Consejo Mundial de Iglesias realizó una visita a Sudán del Sur con el tema "Las mujeres religiosas africanas y la justicia de género". La visita de la delegación fue auspiciada por el Consejo de Iglesias de Sudán del Sur (SSCC).

Las heridas y el dolor de la población del país, especialmente de las mujeres de Sudán del Sur, se hicieron manifiestas para la delegación, que escuchó sus historias de violencia sexual, violaciones, explotación sexual infantil, hambre, pobreza, crisis económica, proliferación de armas, y miedo e inseguridad constantes.

A pesar de todo, en medio de este inmenso sufrimiento bajo la sombra de un gobierno reticente a trabajar por el bienestar de su pueblo, hay alegría, alabanzas a Dios, y reconocimiento de los dones y bendiciones que aún persisten.

En el culto dominical de la Iglesia Pentecostal de Sudán y Sudán del Sur, una de las iglesias que visitó la delegación el domingo, en el Centro Cristiano de Yuba (JCC), una de las directoras del culto llamada Joy (alegría) guió a la congregación en la oración diciendo: "Puede que no tenga alimento en el estómago, pero puedo dar gracias a Dios. Puede que no tenga mucho dinero en el banco, pero puedo estar agradecida”.

Además de unirse a la celebración del culto en distintas iglesias locales, los miembros de la delegación también se reunieron con mujeres y jóvenes líderes de dichas iglesias. Les hablaron de todas las actividades y proyectos en los que participan las mujeres, a pesar de estar pidiendo a gritos el fin de la violencia y la llegada de la paz.

Por ejemplo, desde el 25 de enero de 2014, poco después de la crisis que constituyó un giro dramático tras la independencia del país en 2013, las mujeres se movilizan todos los meses para caminar juntas en una oración que reúne a cientos mujeres de diferentes iglesias. También trabajan juntas, con el apoyo del SSCC, para organizar talleres de sanación de traumas, actividades para generar ingresos , conversaciones comunitarias y de reconciliación, y actividades de promoción y defensa.

Como nos recordó el padre James Oyet Latansio, secretario general del SSCC: "cuando uno no tiene nada, da su corazón".

El grupo también se reunió con líderes religiosos y con mujeres parlamentarias bajo los auspicios del SSCC. El mensaje que recibieron de ambos grupos fue claro: las mujeres son las más afectadas por la crisis de Sudán del Sur.

Los líderes de las iglesias subrayaron que la Iglesia de Sudán del Sur tiene que hablar con una sola voz en sus actividades de ecumenismo práctico de promoción y defensa, así como en las iniciativas para sus miembros y para todo el pueblo de Sudán del Sur. Afirmaron que los miembros de las diferentes denominaciones debemos reunirnos y orar juntos por la paz como una sola iglesia, como un solo cuerpo.

Incluso las mujeres parlamentarias reconocieron que "cuando hay vidas en juego, es difícil alzar la voz". Las mujeres componen el 31% del parlamento de Sudán del Sur, pero, a menudo, sienten que no se las tiene en cuenta. Han luchado por participar en las negociaciones por la paz que están teniendo lugar bajo los auspicios de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, alegando que las mujeres son pacificadoras.

La delegación también visitó el Centro ecuménico para la paz “El Buen Pastor” en Kit (Yuba), así como la congregación “Hijas de María Inmaculada”, para conocer más sobre sus actividades para promover medios de vida sostenibles, y la paz y la reconciliación.

La delegación afirma el hecho de que la justicia del género, el compromiso de las mujeres con las actividades para la consolidación de la paz, y la inclusión de los jóvenes como los líderes de hoy son fundamentales para un Sudán del Sur pacífico y sostenible. En estos momentos en los que se acerca la próxima ronda de negociaciones por la paz en el país, que tendrán lugar del 17 al 21 de mayo en Addis Abeba (Etiopía), la delegación ora por que los países hermanos de Sudán del Sur y sus gobernantes transmitan los gritos de auxilio, el sufrimiento y la esperanza del pueblo de Sudán del Sur para que se ponga fin a la violencia generalizada, la injusticia sistémica y la inseguridad en aumento.

El pueblo de Sudán del Sur merece vivir en un clima de paz con justicia, y el movimiento ecuménico continúa orando y caminando junto a ellos en esta peregrinación de sanación y reconciliación.

Al frente de la delegación estaba la secretaria general adjunta del CMI, Prof.ª Dr.ª Isabel Apawo Phiri. Miembros de la delegación: Maureen Jack, Iglesia de Escocia; Rev. Kymberly Clemons-Jones, Iglesia Presbiteriana de EE.UU.; Lydia Adajawah, Comunión Mundial de Iglesias Reformadas; Esther Ngulwa, Consejo Cristiano de Tanzania; Rev. Dr.ª Dorothy Akoto; Jillian Abballe, CMI; Nigussu Legesse, CMI; Geoffrey Alemba, Conferencia de Iglesias de Toda el África; Rev. Paska Nimiriano, Iglesia Presbiteriana de Sudán del Sur, y Gladys Mananyu, Consejo de Iglesias de Sudán del Sur.

Iglesias miembros del CMI en Sudán del Sur

Visita de la delegación de la peregrinación del CMI a Sudán del Sur(comunicado de prensa del CMI del 30 de abril de 2018, en inglés)