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La moderadora del CMI, Dra. Agnes Abuom, interviene durante la reunión del Comité Ejecutivo en Uppsala (Suecia). Fotografía: Albin Hillert/CMI

La moderadora del CMI, Dra. Agnes Abuom, interviene durante la reunión del Comité Ejecutivo en Uppsala (Suecia). Fotografía: Albin Hillert/CMI

En sus continuos esfuerzos por ilegalizar las armas nucleares, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha manifestado públicamente su apoyo a la petición de la Polinesia Francesa a la ONU de una reparación por los efectos persistentes de los ensayos nucleares realizados en la zona.

La Polinesia Francesa, o Maòhi Nui según su nombre indígena, incluye Tahití y otras 117 islas y atolones, que cubren más de cuatro millones de kilómetros cuadrados. No es una nación autónoma, sino que mantiene una compleja relación legal con Francia.

Bajo la dirección de la Iglesia Protestante Maòhi y con el apoyo de la Conferencia de Iglesias del Pacífico allí, la nación insular ha solicitado recientemente a las Naciones Unidas que lleven a cabo una misión de investigación de los hechos para determinar los persistentes efectos indirectos en la salud y el medio ambiente de los ensayos nucleares regionales de Francia, que no cesaron hasta 1996.

Tras alabar los esfuerzos de la iglesia y pedir “justicia y compensación” para las islas, el Comité Ejecutivo del CMI señaló, en una nota publicada durante su reunión del 2 al 8 de noviembre en Uppsala (Suecia), que: “La injusticia perpetrada contra el pueblo de Maòhi Nui [...] tiene mucho que ver con el sistema y las actitudes de la dominación colonial”.

Lean la declaración completa del Comité Ejecutivo (en inglés)

Más información sobre la petición de la Polinesia Francesa a la ONU (en inglés)

Labor del CMI sobre el control de las armas nucleares

Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) (en inglés)