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La Iglesia de la Natividad de Belén. Foto: Albin Hillert/CMI

La Iglesia de la Natividad de Belén. Foto: Albin Hillert/CMI

A su llegada al aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv la semana pasada para participar en una reunión sobre el cambio climático, varios representantes del personal del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y de sus iglesias miembros y asociados ecuménicos fueron detenidos o deportados de una manera que el secretario general del CMI, el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, califica de inaceptable y sin precedentes.

“El CMI protesta contra el trato excesivo, irrazonable y totalmente injustificado que las autoridades israelíes infligieron a estos representantes del personal y de las iglesias miembros del CMI que viajaban para participar en un debate sobre el cambio climático y la gestión ambiental, por invitación de las iglesias miembros del CMI en la región”, dijo el secretario general del CMI.

Miembros del Grupo de Trabajo del CMI sobre el Cambio Climático de trece países diferentes informaron que habían sido sometidos a varias horas de interrogatorio, que habían sido objeto de una fuerte intimidación y que habían sido detenidos en condiciones carcelarias durante hasta tres días, una experiencia muy difícil, según observó Tveit. “A nivel emocional, reaccionamos de diversas maneras a una experiencia como esta. Creo que para todos ellos fue algo totalmente inesperado y muy perturbador, y para la mayoría fue traumático, pues no habían vivido nunca algo así”.

Aunque en el pasado habían ocurrido pequeños incidentes, no se había producido nada que se acerque a este nivel de intimidación, añadió Tveit.

Los miembros del Grupo de Trabajo sobre el Cambio Climático habían viajado a Israel con un espíritu de solidaridad ecuménica para abordar retos mundiales comunes en materia de protección medioambiental y mitigación y adaptación al cambio climático.

Los viajeros fueron detenidos, interrogados e intimidados. Preocupado por el efecto que este trato puede tener en las personas, el secretario general dijo que no había motivos por los que pensar que las personas que iban a esta reunión tendrían problemas, sobre todo teniendo en cuenta que en el transcurso de los años ya habían tenido lugar otras reuniones de este tipo, no solo sobre el cambio climático, sino también para abordar las relaciones ecuménicas, la consolidación de la paz y la reflexión teológica. Durante muchos años, el CMI ha recurrido a recursos e interlocutores de Palestina e Israel para promover las relaciones pacíficas y la coexistencia.

Todos los participantes del Grupo de Trabajo del CMI sobre el Cambio Climático que viajaron a Israel están a salvo fuera del país. El CMI ha instado al Gobierno israelí a ofrecerles una disculpa y a no volver a adoptar un comportamiento agresivo con el personal y las iglesias miembros del CMI en el futuro. “Creemos que también redunda en el interés del Gobierno de Israel analizar estos incidentes tan desagradables de cara a los futuros visitantes que vayan al país, y para impedir que vuelvan a ocurrir”, argumentó Tveit, añadiendo que “estamos dispuestos a reunirnos y hablar de este tema”.

Persona de contacto del CMI con los medios de comunicación: Marianne Ejdersten, directora de comunicación del Consejo Mundial de Iglesias: mej[at]wcc-coe.org, +41.79.507.6363

Leer la declaración del CMI sobre los incidentes ocurridos

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