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Consulta budista cristiana sobre “La creación de una justicia con perspectiva de género: conversación entre cristianos y budistas sobre religión, género, sexualidad y poder”, 2015. Foto: Rev. Tony Franklin Ross

Consulta budista cristiana sobre “La creación de una justicia con perspectiva de género: conversación entre cristianos y budistas sobre religión, género, sexualidad y poder”, 2015. Foto: Rev. Tony Franklin Ross

Mientras los budistas de todo el mundo se preparan para celebrar el festival de Vesak, el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, envió su felicitación a los asociados budistas del CMI. “Les deseo que sigan inspirándose en la sabiduría de Gautama Buddha, cuyo nacimiento, iluminación y muerte conmemoran en este día festivo”, escribió Tveit.

Aludiendo a la creciente violencia contra las comunidades religiosas, Tveit afirmó: “Un momento como este impone una responsabilidad colectiva a todas las personas de fe y buena voluntad de esforzarse juntos para superar la violencia en todas sus formas”. Asimismo se refirió a la fuente de inspiración que constituyen las tradiciones budista y cristiana para evitar la violencia. “La enseñanza bíblica de ofrecer amor incluso a los enemigos y de hacer el bien a quienes nos odian (Lucas 6:27) es un llamado profético para alterar el ciclo de la violencia. Del mismo modo, la enseñanza del Dhammapada: “El odio nunca es apaciguado por el odio en este mundo. Solo mediante el no odio se apacigua el odio. Esta es una ley eterna” (Na hi verena verāni sammantīdha kudācanaṃ, Averena ca sammanti esa dhammo sanantano) da testimonio de la inutilidad del odio para superar la violencia”.

Tveit también destacó que el CMI ha incluido el “amor de Cristo”, que ha inspirado la participación cristiana en la construcción de la paz, como parte integral del tema de su próxima asamblea, que se celebrará en Karlsruhe (Alemania), en 2021. “Intentaremos analizar el potencial profético y el desafío que plantea el ‘amor de Cristo’ no solo para la unidad intracristiana –que es el objetivo del movimiento ecuménico–, sino también para nuestra vida colectiva más amplia como miembros de una familia humana en nuestro camino hacia una unidad y una reconciliación de mayor alcance”, escribió Tveit.

El secretario general concluyó su mensaje de felicitación expresando su deseo de que en los años venideros surjan nuevas oportunidades para la colaboración cristiano-budista “en nuestra lucha por aliviar las diversas formas de sufrimiento en este mundo a través de los valores propios de nuestras respectivas tradiciones religiosas, entre ellos el amor, la compasión, la alegría altruista, la ecuanimidad, la paz, la paciencia y la justicia”.