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Con profunda conmoción e indignación, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) ha recibido la noticia de que 49 personas han fallecido y al menos 20 han resultado heridas en dos ataques terroristas contra las mezquitas de Al Noor, en Christchurch, y la del suburbio de Linwood, en Nueva Zelanda.
El Rev. Ray Coster, miembro del Comité Central del CMI de Aotearoa/Nueva Zelanda, dijo: “Compartimos con nuestros hermanos y hermanas de la familia ecuménica más amplia nuestro dolor y nuestra tristeza, en uno de los momentos más sombríos de Nueva Zelanda, y les pedimos que oren por las numerosas familias musulmanas que están hoy de luto. Puede que algunas de esas familias sean migrantes o refugiados. Forman parte de nosotros. Muchas llegaron buscando protección y seguridad, ya que se considera que Aotearoa/Nueva Zelanda es un lugar seguro. Como nación, valoramos la compasión, la bondad y la tolerancia. Lo que hemos visto hoy no tiene lugar en nuestra cultura”.
El Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI, declaró: “Este crimen atroz contra mujeres, hombres y niños en su momento de oración es un ataque contra todos los creyentes y una agresión a los vínculos de la humanidad compartida y de la convivencia pacífica que nos unen a todos. El CMI se solidariza hoy con todos los musulmanes, especialmente con los musulmanes de Aotearoa/Nueva Zelanda, y expresa la condena más enérgica posible de estos actos y de las odiosas y peligrosas ideologías que están detrás de ellos”.
El Rev. Tveit expresó su más sentido pésame a la comunidad musulmana y a todas las personas de Aotearoa/Nueva Zelanda, pues esta masacre es un ataque a toda la nación y a sus valores de inclusión y respeto para todos sus ciudadanos. Y añadió: “Oramos para que todas las comunidades de Aotearoa/Nueva Zelanda se unan para apoyar a quienes han sufrido tan terriblemente, y para reafirmar el compromiso de la nación con la seguridad y la prosperidad de todo su pueblo”.
El Rev. concluyó diciendo: “En este momento, el CMI reafirma su compromiso de larga data con el diálogo y la armonía con las comunidades musulmanas del mundo. Reiteramos a todos nuestros amigos y asociados musulmanes que rechazamos por completo tales acciones y pedimos a todos los cristianos que sigan el camino de Jesucristo, buscando vivir en paz y respeto con todos nuestros vecinos, y sobre todo, comprometiéndonos con la protección de las minorías vulnerables”.
