Image
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) condena el antisemistismo de forma clara y categórica.  El CMI considera que el antisemitismo es irreconciliable con la profesión y la práctica de la fe cristiana, y un pecado contra Dios y contra la humanidad.

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) condena el antisemistismo de forma clara y categórica. El CMI considera que el antisemitismo es irreconciliable con la profesión y la práctica de la fe cristiana, y un pecado contra Dios y contra la humanidad.

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) condena el antisemistismo de forma clara y categórica.  El CMI considera que el antisemitismo es irreconciliable con la profesión y la práctica de la fe cristiana, y un pecado contra Dios y contra la humanidad. Reiteramos y reafirmamos esa condena más recientemente, en respuesta al trágico tiroteo que tuvo lugar en la sinagoga El árbol de la vida, en Pittsburgh, el 27 de octubre de 2018, calificando el ataque como “una violación atroz de nuestra humanidad compartida”. (véase el siguiente enlace: www.oikoumene.org/en/press-centre/news/wcc-expresses-sympathies-and-condemnation-in-wake-of-pittsburgh-synagogue-shooting, en inglés)

El CMI celebraría que hubiera una definición del antisemitismo que fuera lo suficientemente precisa y ampliamente aceptada para identificar con claridad los casos de odio contra los judíos por ser judíos, y que, a la vez, impidiera que las críticas legítimas de los actos de individuos, grupos o del Gobierno de Israel fueran falsamente calificadas como “antisemitas”. No obstante, la definición propuesta por la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (AIMH) no es de gran ayuda en el logro de dichos objetivos. Lamentablemente, su formulación vaga e inclusiva tiende a ayudar a quienes interpretan que cualquier crítica a las políticas del gobierno israelí tiene una motivación antisemita.

Es más, la descripción que el CMI hace de la definición de antisemitismo de la AIMH como una “definición de trabajo no vinculante legalmente” es una referencia a la propia descripción de la definición que ofrece la AIMH, (véase el siguiente enlace: https://www.holocaustremembrance.com/working-definition-antisemitism).

El CMI está decidido a seguir acompañando y apoyando a sus iglesias miembros, a la comunidad cristiana palestina, y a todas aquellas personas que buscan una paz justa para ambos pueblos de la región, basada en la igualdad de derechos humanos y en la dignidad para todos. No podemos aceptar que se haga un uso indebido de una definición de antisemitismo que tiene el propósito o el efecto de socavar e impedir esa visión.

Durante mucho tiempo, el CMI ha afirmado el derecho a la existencia del Estado de Israel dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, en plena soberanía y libre de la amenaza de la violencia, y aprovecha esta ocasión para reafirmar ese derecho. Denunciamos categóricamente toda violencia por motivos de religión, etnia, raza o cualquier otra dimensión de la identidad o pertenencia de una persona.

Teniendo muy presente la situación de muchos cristianos palestinos, el CMI afirma igualmente el derecho de los palestinos a vivir libres de la ocupación militar, a la autodeterminación dentro de su propio estado junto a Israel, y a vivir sus vidas en paz. Mientras las políticas y prácticas específicas del Gobierno de Israel obstruyan e impidan la realización de esos derechos, seguiremos expresando nuestras críticas contra tales políticas y prácticas.

Tal y como se afirma en nuestra anterior respuesta al informe recientemente publicado por la ONG Monitor, el 14 de enero de 2019, el CMI espera que todas las naciones respeten y apliquen los derechos humanos y el derecho internacional humanitario y sus principios. Israel no es el único estado que señalamos, muchos estados incumplen sus compromisos y obligaciones en ese sentido. Pero después de más de cincuenta años de ocupación militar, viendo cómo, ante la persistente ocupación y la ausencia de un compromiso internacional efectivo, se desvanecen las esperanzas palestinas de que pueda aplicarse la solución de los dos Estados, esta situación es, trágicamente, única, y afecta profundamente a todos aquellos que consideran la Tierra Santa como la fuente de sus traiciones religiosas, que debiera ser “la luz que alumbra a las naciones”.

Estamos plenamente convencidos de que ni la búsqueda de una paz justa para ambos pueblos de la Tierra Santa, ni la eterna lucha contra el veneno del antisemitismo podrán lograrse con éxito juzgando erróneamente las críticas a ciertas políticas y actos del Gobierno de Israel como 'antisemitas'. Más bien al contrario.

Lecturas relacionadas:

El CMI responde a un informe engañoso de la ONG Monitor y a su crítica del PEAPI (comunicado de prensa del CMI, 14 de enero de 2019)

Para ampliar información: www.eappi.org