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El Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias, durante su reunión del 15 al 21 de junio, emitió una declaración reiterando su gran preocupación por la situación alarmante y en rápido deterioro de los cristianos en Oriente Medio.

El Comité Central pidió la liberación de dos arzobispos sirios que fueron secuestrados cerca de Alepo (Siria).

Los dos líderes religiosos, el arzobispo ortodoxo sirio Yohanna Ibrahim y el arzobispo griego ortodoxo Paul Yazigi, fueron secuestrados por hombres armados en abril de 2013, cuando regresaban desde la frontera turca a su ciudad de Alepo.

“El Comité Central recuerda con pesar el secuestro, hace cinco años, de los arzobispos de Alepo, Youhanna Ibrahim y Paul Yazigi”, dice el comunicado. “Seguimos orando por su regreso seguro a sus iglesias, comunidades y familias, como un signo de esperanza para todos los cristianos de Siria y de la región”.

La declaración también afirma que “se necesita un nuevo pacto social en toda la región de Oriente Medio, un discurso común articulado y compartido por todas las comunidades de los países de la región, basado en una interpretación incluyente de la ciudadanía y de los derechos humanos –garantizados constitucionalmente– y en virtud del cual todas las iglesias y comunidades religiosas, con sus diversas identidades étnicas, religiosas y culturales, puedan vivir y prosperar en el amor y la gracia que Dios da a todos”.

Enlace a la declaración sobre la Presencia cristiana en Oriente Medio (en inglés)

La solidaridad del CMI con las iglesias de Oriente Medio