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Fotografía: Albin Hillert/CMI

Fotografía: Albin Hillert/CMI

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI), la Alianza Evangélica Mundial y la Conferencia de Iglesias de Toda África, junto a una coalición de otros asociados, promueven que el 10 de junio se celebre por segunda vez el anual Día Mundial de Oración para Acabar con la Hambruna.

África Oriental, el Cuerno de África, Yemen y el noreste de Nigeria siguen sumidos en una crisis alimentaria devastadora. En estas regiones, treinta millones de personas sufren niveles de hambre alarmantes. Pero la hambruna es solo la punta del iceberg de la inseguridad alimentaria que se sufre a escala mundial. En 2017, casi 124 millones de personas de 51 países y territorios se enfrentaron a niveles críticos de inseguridad alimentaria aguda o peor. Lamentablemente, hubo un déficit de financiación del 29% de la cantidad necesaria. Una respuesta insuficiente o medidas inadecuadas para la mayor emergencia por hambre masiva en el mundo llevarán a un sufrimiento incalculable, malnutrición y muertes. Las Naciones Unidas calculan que hasta 1,4 millones de niños podrían morir de hambre en los próximos meses.

La manera fácil de salir de la situación es devolver el problema a las personas o comunidades necesitadas, reflexionó el Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI.

“Con frecuencia oímos respuestas de nosotros mismos a las personas que están en situaciones desesperadas y tienen hambre y sed preguntándoles: ‘¿Por qué no se prepararon para los tiempos difíciles? ¿No han ahorrado nada de dinero? ¿Por qué no dejan de pelearse entre ustedes?’”.

Pero los treinta millones de personas que se enfrentan al riesgo de hambruna necesitan más del resto del mundo, urgió Tveit. “Denles ustedes de comer. Eso es lo que Jesús nos ordena que hagamos”.

El Rev. R. Christopher Rajkumar del Consejo Nacional de Iglesias de la India, y presidente del Grupo Estratégico de la campaña “Alimentos por la Vida” de la Alianza Ecuménica de Acción Mundial del CMI, añadió: “No se nos pide necesariamente que demos de nuestra abundancia. Estamos llamados a compartir lo que tenemos, independientemente de nuestra situación. No debemos preocuparnos por si lo poco que damos es suficiente para todos los necesitados. Juntos, ¡podemos transformar el hambre en saciedad y abundancia!”.

Reflexión sobre la hambruna y el hambre para el Día Mundial de Oración para Acabar con la Hambruna 2018

Día Mundial de Oración para Acabar con la Hambruna

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