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En este informe dirigido a los miembros del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias aquí reunidos, el secretario general, Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, presentó tanto una afirmación como un desafío ante las iglesias miembros y sus representantes.
El informe, que cubre una amplia cantidad de aspectos y perspectivas teológicas, reflexiona sobre el largo camino de setenta años recorrido por el CMI como “movimiento ecuménico de amor”, para utilizar el lenguaje de la peregrinación.
El Rev. Tveit, que menciona la transformación radical de las relaciones entre las iglesias y las confesiones lograda en 70 años de intercambio ecuménico, hizo hincapié en la comunidad que, aunque imperfecta, ha logrado crear con éxito el CMI.
“Ahora somos más conscientes de aquello que nos une. Podemos compartir experiencias costosas de procesos de verdad y reconciliación. Progresivamente, hemos logrado comprendernos mejor los unos a los otros, y abordar nuestras diferencias con respeto. Incluso las divisiones más profundas, basadas en convicciones teológicas y acontecimientos históricos, pueden superarse. Hemos aprendido mucho sobre vivir juntos en nuestra diversidad. Logramos rendirnos cuentas unos a otros en nuestro llamado y misión comunes”.
Sin mencionar expresamente las dimensiones históricas ni describir la lista de actividades programáticas, el informe del secretario general examina la base teológica de la comunidad cristiana que es el CMI y establece relaciones fundamentales entre la histórica búsqueda ecuménica de la unidad, y de la justicia y la paz.
Junto con el discurso de la moderadora, el informe del Rev. Tveit inaugura una semana de reuniones del órgano rector del CMI que se encarga de la supervisión y evaluación de los programas y de los avances del CMI a mitad del período entre asambleas, de decidir sobre el tema y el lugar de la XI Asamblea, de las celebraciones del aniversario y de abordar las cuestiones de actualidad y definir el futuro de la organización.
Entre sus funciones está nombrar a un Comité de Selección del próximo secretario general, ya que el Rev. Tveit ha anunciado que no se presentará a un tercer mandato de cinco años cuando finalice su segundo mandato, a finales de 2019. “Tras haberme tomado un tiempo para reflexionar sobre ello y encomendarlo en oración, mi conclusión ha sido que no estoy dispuesto a aceptar un tercer mandato de cinco años”, afirmó, al tiempo que expresaba su “gratitud por el honor de desempeñar este ministerio”.
El discurso del Rev. Tveit también enmarcó la peregrinación de justicia y paz dentro de este movimiento más amplio de amor. “Hemos desarrollado este concepto de peregrinación de justicia y paz para que se convierta en la perspectiva general de todo lo que hacemos, y constatamos que este lema de la peregrinación se traduce en apertura, disposición para estar presentes en las vidas de los demás y acompañarlos, escuchar y actuar en solidaridad, y voluntad de cambio y transformación de nuestro entorno y de nosotros mismos”.
El Rev. Tveit también puso de relieve que, ya sea en un contexto personal, social, eclesial o internacional, o en la diaconía y la consolidación de la paz, el movimiento ecuménico de amor es más relevante que nunca, y está especialmente al servicio de la dignidad humana.
“Existen fuerzas poderosas que socavan la necesidad de considerarnos los unos a los otros como participantes de una sola humanidad, y trabajar por nuestro bien común y nuestros intereses comunes”, afirmó. “Es necesario que haya algo o alguien que contrarreste esta fuerza con la unidad, la justicia y la paz, y que manifieste un amor universal incondicional”.
Al tiempo que reafirmaba esta “mejor manera” de describir el movimiento ecuménico, el Rev. Tveit concluyó diciendo: “Creo que es oportuno celebrar el 70° aniversario como manera de dar gracias al Consejo Mundial de Iglesias por ser un instrumento del movimiento ecuménico de amor”.
Lea el informe del secretario general para el Comité Central
