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El arzobispo Job de Telmesos con el regalo del papa Francisco. Foto: Patriarcado Ecuménico de Constantinopla

El arzobispo Job de Telmesos con el regalo del papa Francisco. Foto: Patriarcado Ecuménico de Constantinopla

El arzobispo Job de Telmesos, representante permanente del Patriarcado Ecuménico ante el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), se reunió con las Noticias del CMI para contarnos sobre el extraordinario regalo que le hizo el papa Francisco el 29 de junio.

P: ¿Qué regalo hizo el papa Francisco al Patriarcado Ecuménico de Constantinopla el 29 de junio?

Arzobispo Job: ¡Algo muy especial, precioso, y totalmente inesperado! El 29 de junio, día de la fiesta de los santos apóstoles Pedro y Pablo en las iglesias católica romana y ortodoxa, después de la misa papal, cuando fui con Su Santidad el papa Francisco para orar ante la tumba de San Pedro, me dijo: “Espéreme después. Tengo un regalo que darle para la Iglesia de Constantinopla. Se me ocurrió anoche durante la oración”. Después de una breve parada en la sacristía, el papa Francisco me dijo: “Vamos”. Sentado en su pequeño y sencillo Ford, le pregunté: “Santidad, ¿a dónde vamos?” “Al palacio pontificio. El regalo está allí", respondió el papa Francisco. Al llegar allí, paramos en la capilla del papa. Pensé que quería enseñármela o detenerse allí para decir una oración...pero entonces me explicó: “Esta capilla la montó el difunto papa Pablo VI. Trajo aquí algunas reliquias de San Pedro desde la basílica. Yo no vivo aquí, no uso la capilla. Durante la oración de anoche, pensé: estas reliquias sagradas  estarían mejor en Constantinopla, en el Phanar. Así que aquí las tiene, lléveselas. Déselas a mi hermano, Su Toda Santidad el patriarca ecuménico Bartolomé. Este regalo no se lo hago yo, se lo hace Dios”.

¿Ve la llegada de este regalo como un momento extraordinario en la historia?

Arzobispo Job: ¡Sí, por supuesto! La llegada de este regalo es sin duda un momento extraordinario en la historia, ya que las reliquias de San Pedro siempre han estado en Roma, debajo de la basílica, y nunca habían salido de allí. En realidad, fueron descubiertas en la década de 1950, cuando Margherita Guardacci llevó a cabo las excavaciones arqueológicas bajo la basílica. Se encontraron huesos en un pequeño nicho cerca de una pared con la inscripción griega: “Petros eni”: “Pedro está aquí”. Los análisis científicos revelaron que los restos pertenecían a un hombre que vivió a principios del siglo primero, tenía una constitución fuerte y murió a una edad avanzada. En ellos se encontraron fragmentos de tela púrpura con hilo dorado, testimonio del respeto o especial veneración hacia la persona enterrada. Los resultados de las investigaciones realizadas nos han permitido afirmar que los restos encontrados en la basílica son los de San Pedro, lo cual fue oficialmente anunciado por el papa Pablo VI, en 1968. La mayoría de las reliquias quedaron en el pequeño nicho donde estuvieron enterradas durante siglos, pero nueve fragmentos fueron extraídos por el papa Pablo VI, quien ordenó colocarlos en un relicario de bronce y fueron almacenados en la capilla papal. Solamente este relicario único se ha mostrado al público en Roma en algunas ocasiones, como en 2013, durante la clausura del año de la fe. ¡Y este es precisamente el relicario que el papa Francisco ha regalado a la Iglesia de Constantinopla!

¿De qué manera simboliza este gesto el compromiso del papa con el avance del diálogo ecuménico?

Arzobispo Job: El gesto del papa Francisco es muy generoso y profético. Es un paso más hacia la unidad. Debemos recordar que la Iglesia Católica Romana a menudo consideraba su primacía en relación con la presencia de Pedro, el jefe de los apóstoles en Roma. Al llegar hasta la Iglesia de Constantinopla, sus reliquias se han unido con las reliquias del Santo Apóstol Andrés, el hermano mayor de San Pedro, considerado como el fundador de la Iglesia de Constantinopla. Las reliquias de los dos hermanos, ahora unidos en Constantinopla, son un signo profético para la unidad de las dos iglesias hermanas. Por supuesto, esto no significa que el “ecumenismo de los santos” reemplace o eclipse el “diálogo de la verdad” que desde 1980 lleva a cabo la Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico entre ambas iglesias, el cual sigue siendo esencial para la restauración de la comunión entre las dos iglesias. ¡Pero nosotros, católicos y ortodoxos, sí creemos que los santos apóstoles interceden ante nuestro Señor y Salvador Jesucristo por la unidad de los cristianos divididos!

Históricamente, ¿de qué forma se ha marcado la fecha del 29 de junio, la fiesta de San Pedro y San Pablo, como un día especial entre el patriarcado ecuménico y la Santa Sede?

Arzobispo Job: Tras el levantamiento de los anatemas de 1054 entre Roma y Constantinopla, en 1965, el difunto papa Pablo VI y el difunto patriarca ecuménico Atenágoras establecieron en 1969 la tradición de intercambiar anualmente delegaciones formales en las respectivas fiestas de los fundadores de las dos iglesias: en la fiesta de San Pedro y San Pablo, el 29 de junio, en Roma; y en la fiesta de San Andrés, el 30 de noviembre, en Constantinopla. Estas son las fiestas más importantes para cada sede. El intercambio de delegaciones es siempre una ocasión para la reunión fraternal y el intercambio informal de información. Esta iniciativa fue el preludio de la creación de la comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre las dos iglesias, durante la visita del papa Juan Pablo II al Phanar, en 1979.

¿Qué pasará con el regalo?

Arzobispo Job: Después de su traslado desde Roma a Constantinopla, el 29 de junio, las reliquias de San Pedro fueron expuestas a la veneración de los fieles durante una solemne liturgia divina presidida por su patriarca ecuménico, Su Santidad Bartolomé, con motivo de la fiesta de los doce apóstoles, el 30 de junio, en la iglesia de los Santos Apóstoles en Feriköy, en Estambul. Después de la liturgia, el relicario fue trasladado a la sede del patriarcado ecuménico en el Phanar, en Estambul, donde serán conservados en la iglesia patriarcal.

Patriarcado Ecuménico de Constantinopla

Delegación permanente del Patriarcado Ecuménico ante el Consejo Mundial de Iglesias