Vease Comunicado de prensa del CMI, PR-03-16, 24 de abril de 2003

Fotos sin cargo disponibles, ver al final

Un documento discutido por representantes de iglesias latinoamericanas reunidos en Buenos Aires llama a los gobiernos del continente a no pagar la deuda externa y a los acreedores a condonarla. Además pide desobedecer y reformar a las instituciones financieras internacionales.

Titulado "Buscando salidas... caminando hacia adelante. Las iglesias evangélicas dicen ¡basta!", el documento fue presentado a discusión ayer, 28 de abril, durante el primer día de la consulta "Globalizar la Vida Plena". Elaborado por sociólogos, economistas, teólogos y pastores, el documento se propone como "una invitación al realismo" a la vez que "un llamado a romper el fatalismo impotente".

En el documento se pide a los países y entidades acreedoras de las deudas de la región que tomen una decisión "que saben que no pueden postergar si no quieren ser también arrastrados al caos: la condonación de la deuda externa". Al mismo tiempo, se llama a los gobiernos del continente a que "unidos tengan el coraje y la voluntad política de no pagar" esa deuda, que es "inmoral e impagable".

Estas propuestas tienen su correlato en materia de política económica interna en el llamado dirigido a esos mismos gobiernos a la "desobediencia económica" de "los dictámenes de los organismos financieros internacionales". Porque, según afirma el documento, "fuera del sistema hay salvación".

"Sin la deuda y sin el Fondo Monetario Internacional, América Latina y el Tercer Mundo podrían haber realizado la acumulación de capital necesaria para plantearse un crecimiento a la escala demandada por las necesidades de sus pueblos", afirma el documento.

Convocada por el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), y coauspiciada por el Consejo Mundial de Iglesias y otras organizaciones ecuménicas, la consulta "Globalizar la Vida Plena" deliberará en la capital argentina hasta el 1 de mayo. Participan de ella más de 100 representantes provenientes en su mayoría de países de América Latina y el Caribe, pero también de Europa, América del Norte, Asia, Africa y Oceanía.

El documento "Buscando salidas..." se presenta como fruto de la reflexión de iglesias que están pasando de ser "una minoría intrascendente a constituirse en una minoría propositiva, facilitadora y motivadora de cambios". Por ello, luego de un análisis crítico de la ideología dominante, elabora una serie de propuestas concretas en materia de gobernabilidad internacional e iniciativas locales y nacionales. 

Entre las primeras se destaca la necesidad de reformar las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. Éstas deben articular "lo económico con lo ético y lo social", incluyendo "el respeto y promoción de los derechos humanos".

Además se discute la conveniencia de instituciones públicas internacionales que regulen los mercados de capitales y que fortalezcan el derecho internacional. Y también se propone una integración económica "con rostro latinoamericano", cuyos rasgos no coinciden precisamente con los dibujados por el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

La "agenda mínima de proyecto de país" que propone el documento incluye temas como un nuevo pacto social y económico y un nuevo concepto de estado, además de las mencionadas medidas en relación con la deuda externa y con la desobediencia a las instituciones financieras internacionales.

El documento contiene también un capítulo teológico, donde se exploran una serie de paradigmas bíblicos, articulados en torno al hilo conductor de la gracia de Dios. Estos paradigmas son los que dan sustento a la esperanza de que "un mundo distinto es posible".

En la primera ronda de una discusión que continuará a lo largo de toda la consulta, los participantes coincidieron en calificar el documento como "actual, concreto, propositivo, profético", un buen reflejo de "lo que pasa en esta parte del mundo, en el sur". 

Además propusieron incluir en él temas como las élites políticas, el fenómeno de la corrupción, la violencia social y militar, las migraciones y la destrucción de la naturaleza. También se recomendó incorporar una perspectiva de género y referencias a otras regiones del mundo.

Luego de su reelaboración, el documento será una herramienta fundamental en la labor de cabildeo y abogacía que el CLAI se propone desarrollar con los gobiernos de los Estados Unidos y Canadá, y con las instituciones financieras internacionales.

Además del Consejo Mundial de Iglesias, coauspician también la consulta de Buenos Aires la Alianza Reformada Mundial (ARM) y la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC).

Fotos sin cargo para acompañar este comunicado están disponibles a pedido; pueden verse en

www.wcc-coe.org/wcc/what/jpc/argentina-s.html