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Fotografía: Lauren Rumble, Jefa de Protección Infantil de UNICEF en Indonesia © Claus Grue/WCC.

Fotografía: Lauren Rumble, Jefa de Protección Infantil de UNICEF en Indonesia © Claus Grue/WCC.

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Autor: Claus Grue, Equipo de comunicación del CMI

La violencia ejercida sobre los niños fue una cuestión prioritaria en el orden del día de la Asamblea General de la Conferencia Cristiana de Asia, celebrada en Yakarta (Indonesia) del 20 al 27 de mayo. “Si bien todavía es una triste realidad en gran parte del mundo, aumenta el impulso para terminar con la violencia ejercida sobre los niños en gobiernos y comunidades, y también entre padres y dirigentes religiosos. Se trata de algo positivo dado que empuja a todos a realizar cambios”, afirma la señora Lauren Rumble, Jefa de protección infantil de UNICEF en Indonesia.

La señora Rumble añade “Aunque las leyes de protección infantil están vigentes en muchos países, incluida Indonesia, la violencia tiene lugar debido a la aceptación social. Si bien es posible prevenir la violencia contra los niños, ha sido un problema latente que, a menudo, se ha pasado por alto, rodeado por un tabú, y aunque padres y maestros eran conscientes del problema, lo han denunciado en pocas ocasiones”.

En una visita a Yakarta a comienzos de este año, la señora Santos Pais, Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, elogió al Gobierno de Indonesia por abordar la cuestión en su nuevo Plan de Desarrollo Nacional a Medio Plazo (2015 – 2019). Y exhortó al Gobierno a que siga su campaña destinada a prevenir e intervenir ante la violencia contra los niños en el país, e invitó a ese país a desempeñar un papel destacado en la región para poner fin a la violencia contra los niños.

En el marco del Gobierno del recientemente elegido presidente Joko Widodo, las fuerzas progresistas han comenzado también a tratar la cuestión del matrimonio infantil, que se considera parte del problema. El 17 por ciento de las niñas de Indonesia son menores de 18 años en el momento de casarse. En la actualidad, existe un fuerte movimiento a favor de aumentar el límite de edad para el matrimonio, que pasaría de 16 a 18 años, y lograr así disminuir la dependencia de las niñas a una edad temprana. La señora Lauren Rumble explica que esto, a su vez, podría reducir el riesgo de que sean víctimas de la violencia en el hogar.

Según un estudio reciente elaborado por UNICEF, hasta 1.500 millones de niños de todo el mundo podrían estar sometidos a alguna forma de violencia cada año. Y siete de cada diez niños sufre agresiones físicas.
Se considera que las congregaciones ecuménicas locales son asociados fundamentales en la tarea de dar a conocer y abordar el problema.

UNICEF ya ha puesto en marcha una colaboración experimental con la Iglesia Protestante Evangélica en Timor (GMIT), que es miembro del CMI en el este de Indonesia, y se acoge con beneplácito el establecimiento de nuevas alianzas.

La señora Rumble señala “Hemos iniciado un movimiento en todo el país cuyo objetivo es llegar a padres y niños, y uno de sus componentes poderosos es una película animada. Colaborar con más congregaciones ecuménicas de todo el país aumentará sin lugar a dudas las repercusiones de nuestros esfuerzos conjuntos.”

La señora Rumble confía en que se establezcan más asociaciones concretas muy pronto. Ahora se estudian las posibilidades de realizar un proyecto piloto a través de una de las demás 26 iglesias miembros del CMI en Indonesia. A escala mundial, se ha establecido recientemente una alianza entre el Consejo Mundial de Iglesias y UNICEF que está a punto de ponerse en marcha. Para su aplicación se ha elegido a Indonesia como país piloto.

“El contexto de Indonesia es propicio para lograr resultados concretos mediante la labor de las iglesias a nivel de las bases. Indonesia constituye además un entorno excelente para la colaboración interreligiosa encaminada a poner fin a la violencia ejercida sobre los niños”, explica Frederique Seidel, asesora especial del Consejo Mundial de Iglesias sobre los derechos de los niños.

La señora Seidel afirma “La nueva asociación se propone fortalecer la capacidad de las iglesias miembros del CMI, los organismos de desarrollo relacionados con iglesias y los asociados ecuménicos con objeto de supervisar y promover los derechos de los niños en sus comunidades y congregaciones. Las congregaciones ecuménicas locales desempeñan una función decisiva en la tarea de velar por que las medidas de protección amparen a los niños más vulnerables”.

Indonesia tiene, desde 2007, uno de los índices de violencia física en la escuela más altos del mundo, según la Encuesta Mundial de Salud a Escolares (GSHS). Se informó que alrededor del 40 por ciento de los estudiantes con edades comprendidas entre los 13 y los 15 años han sido agredidos físicamente por sus pares en la escuela en los 12 meses precedentes, y la mitad de todos los niños encuestados han sufrido acoso en la escuela. En este estudio se muestra que el 56 por ciento de los niños y el 29 por ciento de las niñas que viven en instituciones, tales como orfanatos, centros de rehabilitación, internados e instituciones correccionales han sido objeto de malos tratos.

Señala finalmente que las “iniciativas encaminadas a poner fin a la violencia ejercida sobre los niños son decisivas para hacer frente a esta realidad”.

De forma paralela al proyecto piloto puesto en marcha en Indonesia, se impulsa un proceso para alentar a todas las 345 iglesias miembros del CMI a comprometerse en la defensa de los derechos de los niños y en la adopción de medidas de protección infantil.

“La alianza con UNICEF tiene por objeto fortalecer la capacidad de las iglesias del mundo entero para que se conviertan en portavoces eficaces en la prevención de la violencia contra los niños”, explica la señora Seidel, y añade que “mientras que UNICEF ha recogido pruebas científicas sólidas sobre la importancia de hacer respetar los derechos de los niños y de prevenir la violencia contra ellos, las iglesias cuentan con un legado teológico fundamental en el marco de su compromiso con la defensa de sus derechos”.

Añade que “las iglesias son a menudo fuertes en sus comunidades y, en numerosos países, constituyen líderes de opinión destacados. Con frecuencia, los pastores están muy vinculados a las vidas de las personas, y suele ser a ellos a quienes recurren las familias en primer lugar para exponerles sus dificultades relacionadas con la violencia. Mediante el suministro a las iglesias de los instrumentos destinados a prevenir, detectar e intervenir ante la violencia contra los niños, la asociación entre el CMI y UNICEF se propone contribuir a la prevención de la violencia ejercida sobre los niños en todo el mundo”.

Con objeto de velar por que los niños crezcan en entornos libres de violencia es necesario realizar campañas a nivel local y de políticas. La cantidad de países en los que se pondrán en marcha los planes de acción conjuntos de UNICEF y las iglesias miembros del CMI depende del respaldo financiero disponible. En el ínterin, el nuevo programa del CMI para prevenir la violencia contra los niños ya ha movilizado a los dirigentes de las iglesias en muchos países, quienes se han comprometido a intercambiar sus mejores prácticas y a aunar esfuerzos para defender los derechos de los niños, y estar junto a ellos en la peregrinación de justicia y paz.

El compromiso del CMI con los derechos del niño

Observe la película animada de UNICEF (solo en indonesio)