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Unas 200 personas de más de 20 iglesias japonesas y redes de defensa de los derechos de las minorías –así como una veintena de iglesias y organizaciones asociadas del extranjero– se dieron cita en una tercera Conferencia Internacional sobre Cuestiones de las Minorías y Misión, que tuvo lugar del 18 al 21 de noviembre en el YMCA coreano, en Tokio (Japón).
La conferencia, titulada “Dejemos atrás el discurso de odio y abramos el paraguas de la inclusión”, fue organizada por la Iglesia Coreana Cristiana en el Japón. Los participantes mantuvieron un diálogo en torno al tema “Juntos hacia una sociedad justa e incluyente en el Japón: justicia e inclusión en el Japón, en colaboración con todo el Japón y el Mundo”.
Entre los principales ponentes estuvo el profesor Hama Noriko, de la Facultad de Empresariales de la Universidad de Doshisha, quien habló sobre el contexto sociopolítico de Japón en el cual está aumentando el discurso de odio contra la comunidad étnica coreana y otros grupos minoritarios. Otra de las principales ponentes, la abogada Niwa Masao, presentó un repaso histórico sobre la forma en que las estructuras legales niponas siguen permitiendo el discurso de odio y el revisionismo histórico para distorsionar los hechos. La conferencia principal estuvo precedida de un programa de dos días dirigido a la juventud en el que 24 jóvenes, de 14 iglesias y organizaciones del Japón y de iglesias asociadas del extranjero, pudieron informarse sobre las dificultades que afrontan las comunidades minoritarias en el Japón.
La conferencia fue organizada por la Iglesia Cristiana Coreana en el Japón (KCCJ) a raíz del alarmante aumento del discurso de odio contra la comunidad étnica coreana en Japón. Al mismo tiempo los delitos motivados por prejuicios contra las minorías étnicas y raciales están en aumento en diferentes partes del mundo, y una vez más el racismo se ha hecho un hueco importante en muchas de nuestras sociedades.
Al hablar de la importancia de la conferencia en la vida y el testimonio de la KCCJ, el reverendo Kim Byungho, secretario general de esa iglesia, afirmó: “Creemos que organizar esta conferencia es una de las formas constructivas en que nuestra iglesia puede responder a la llamada a cumplir la misión que Dios nos ha encomendado. Muchos conflictos del mundo actual surgen de políticas y acciones que discriminan a las minorías y, concretamente en Japón, preocupa cada vez más la militarización creciente del país, el cual aún debe reconocer plenamente sus crímenes del pasado y tomar las medidas necesarias para curar las heridas. Esperamos que esta conferencia brinde una oportunidad a las iglesias del Japón y del mundo para compartir nuestras preocupaciones comunes y tender puentes de solidaridad a fin de que las comunidades minoritarias del Japón gocen de la plenitud de la vida como ciudadanos con igualdad de derechos; y Iglesia Cristiana Coreana del Japón desea contribuir a este objetivo final”.
Los participantes en la conferencia hablaron sobre las distintas formas de implicar a la iglesia a nivel mundial en esta cuestión y también se plantearon la posibilidad de crear una red internacional sobre el racismo y los delitos motivados por prejuicios.
En el culto inaugural el Metropolitano Dr. Mor Geevarghese Coorilos citó a Mateo 5,13, declarando lo siguiente: “En un mundo manchado y viciado por una cultura de la muerte, la degeneración de los valores morales del reino de Dios y la corrupción, las comunidades minoritarias, como la sal, tienen la tarea de afirmar y preservar la vida dondequiera que la vida esté en peligro”. Prosiguió alentando a los participantes con la conclusión de que las palabras del Evangelio que nos invitan a ser la sal de la tierra “deben infundirnos valor y determinación para ser una presencia transformadora en un mundo corrompido e injusto, a identificarnos con quienes viven en las márgenes y unirnos a su lucha por un mundo mejor y más justo, a oponer resistencia a las fuerzas de la muerte y la discriminación y a defender con firmeza la verdad y la justicia”.
Los participantes emitieron una declaración al término de la conferencia en la que “confirmaron que la iglesia cristiana debe buscar el camino de la paz que se oponga claramente al camino que lleva al armamento y a la guerra, el camino hacia la construcción de una sociedad incluyente en que la paz y el bienestar se compartan con todas las personas y, que para ello, debemos escuchar la llamada de Jesucristo en el clamor de las minorías”.
Las iglesias en Japón son testigos de la justicia y la paz (en inglés)
Consulta de líderes eclesiales sobre la crisis europea de los refugiados: Comunicado
