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Gerard Granado, secretario general de la CCC. Fotografía: Marcelo Schneider/CMI

Gerard Granado, secretario general de la CCC. Fotografía: Marcelo Schneider/CMI

*Por Claus Grue

Los disturbios en Venezuela, el calentamiento global y la reducción de fondos son desafíos considerables a los que se enfrenta la Conferencia de Iglesias del Caribe (CCC). La CCC, que engloba un área que va desde Panamá y Costa Rica en el oeste hasta las Antillas Menores en el este, y desde las Bahamas en el norte hasta Guyana, Surinam y la Guayana Francesa en el sur, en el continente sudamericano, está formada por 33 iglesias miembros en una región diversa en la que se hablan cuatro idiomas oficiales: neerlandés, inglés, francés y español. También hay una serie de lenguas indígenas o “criollas”, como el papiamento en Aruba y Curazao, el sranan en Surinam, y el criollo en Guadalupe, Haití, Martinica, Santa Lucía y la Mancomunidad de Dominica.

La reciente crisis política y económica en la vecina Venezuela se ha convertido en poco tiempo en una gran preocupación para la CCC debido al flujo de migrantes, principalmente a Trinidad, que está a tan solo aproximadamente 11 km de la costa. Recientemente, una extraordinaria iniciativa del gobierno de la República de Trinidad y Tobago permitió que aproximadamente 16000 venezolanos se registraran como migrantes y se les concedieran un estatus legal y un permiso de un año para residir y trabajar en la República de Trinidad y Tobago.

“Como comunidad de iglesias, es nuestra misión movilizar a las iglesias miembros para que atiendan a estas personas, ya las llamemos migrantes o refugiadas. Es una respuesta humanitaria basada en una lógica teológica”, explica Gerard Granado, secretario general de la CCC.

La crisis venezolana ha sumido a este país vecino en una dinámica geopolítica en la que están en juego los intereses petroleros. Una delegación de jefes de Estado, ministros y otros altos funcionarios gubernamentales de los países miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM) visitaron en enero al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para expresar su profunda preocupación por la situación en Venezuela y las implicaciones que tiene para los países vecinos. Su llamado a una solución interna pacífica para el pueblo venezolano llevó a António Guterres a “utilizar sus buenos oficios para facilitar el diálogo y las negociaciones entre las partes involucradas”. Las conversaciones entre los grupos opositores están siendo mediadas actualmente por el gobierno noruego.

“Como en otros asuntos regionales, la Secretaría de la CCC está en comunicación permanente con la Secretaría de la CARICOM sobre este tema y sigue muy de cerca el curso de los acontecimientos”, afirma Gerard Granado.

Iniciar diálogos para la justicia y la paz

El apoyo activo a las iniciativas de construcción de la paz y, en algunos casos, el inicio de diálogos directos con los gobiernos, son ejemplos de cómo la CCC y sus iglesias miembros pueden marcar la diferencia para las personas marginadas y sin voz en la región. Hace unos años, a petición de las iglesias de la República Dominicana y de la vecina Haití, la CCC participó directamente en discusiones con funcionarios del gobierno de la República Dominicana, cuestionando la dimensión ética y las implicaciones del fallo del Tribunal Constitucional de ese país sobre la nacionalidad.

“Como consecuencia de ese fallo en particular, un gran número de personas de ascendencia haitiana nacidas en la República Dominicana se habrían convertido en “apátridas”, precipitando así una enorme crisis humanitaria en la región. Una situación así habría sido, por supuesto, totalmente inaceptable y contraria a toda decencia humana, por no hablar de la observancia de las normas internacionalmente aceptadas en tales circunstancias”, señala Gerard Granado.

Posteriormente, se ha establecido una mesa redonda en la que participan representantes de las iglesias y el presidente de la República Dominicana para abordar la cuestión de manera permanente.

“Aunque la cuestión no se ha resuelto del todo, la situación demuestra que las iglesias están a menudo en condiciones de contrarrestar las injusticias por motivos morales”, explica Gerard Granado.

Trabajar en el marco de un nuevo paradigma

Al pasar por una dolorosa transición causada por una reducción de fondos, la CCC se ha visto obligada a reducir su presencia en las oficinas de todo el Caribe y a embarcarse en una búsqueda de lo que Gerard Granado describe como “un nuevo paradigma operativo: un paradigma que se sustenta en una nueva concepción de las iglesias miembros como comunidad”.

Hace algunos años, la sede de la CCC se trasladó de Bridgetown (Barbados) a Puerto España (Trinidad), donde el costo de la vida es significativamente menor.

“Debemos seguir buscando formas de reducir los costos, sin dejar de servir a los pueblos del Caribe. Una colaboración más estrecha en toda la región es un paso hacia una dirección más rentable”, según Gerard Granado.

En la actualidad, el secretario general mantiene conversaciones con los dirigentes de las iglesias afiliadas sobre las metodologías y los procesos que mejor servirían a las iglesias en su búsqueda de este nuevo paradigma.

Con la llegada de la temporada de huracanes, las necesidades son inminentes. El calentamiento global ha agravado las preocupaciones, al tiempo que se han producido huracanes más poderosos y devastadores.

“Algunas islas quedaron casi totalmente devastadas por los huracanes Irma y María hace dos años. La isla de Barbuda tuvo que ser completamente evacuada por el gobierno de Antigua y Barbuda, ya que la vida humana ya no era sostenible en la isla tras del paso de estos huracanes. Es imperativo que la iglesia siga estando ahí para estas personas”, afirma Gerard Granado.

También se fortalece la colaboración a nivel mundial entre las iglesias. A principios de julio, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en Ginebra, concluyó una reunión de cuatro días de duración entre organizaciones ecuménicas regionales con el compromiso mutuo de aumentar la colaboración mundial.

“Somos una comunidad internacional de cristianos y debemos hacer todo lo posible para apoyarnos unos a otros y cambiar la situación de las personas vulnerables y marginadas”, concluye.

 

*Claus Grue es consultor del Consejo Mundial de Iglesias en materia de comunicación.


“Los líderes ecuménicos regionales se comprometen a permanecer firmemente unidos” - comunicado de prensa del CMI del 9 de julio de 2019

“Líderes ecuménicos regionales se reúnen en Bossey para compartir preocupaciones y estrechar lazos” - comunicado de prensa del CMI 2 de julio de 2019