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El Rev. Dr. Olav Fykse Tveit, secretario general del CMI, y la Dra. Agnes Abuom, moderadora del Comité Central del CMI, exhortaron a las personas y a las iglesias a conceder la más alta prioridad a “hacer todo lo posible para proteger la vida” y “solicitar a las iglesias abstenerse de oficiar misas públicas mañana, pues éstas podrían ser núcleos de transmisión del virus”, y a seguir al pie de la letra las reglas y lineamientos de las autoridades con base en las directivas de la OMS.
Tveit y Abuom piden a la comunidad reconsiderar su forma de trabajo. “Debemos ser especialmente conscientes de que precisamente lo que hacemos normalmente, en comunidad, es lo que no debemos hacer en este momento si queremos proteger la vida. Valoramos la unión en el culto y la hermandad cristiana. Pero en este tiempo de crisis, y por amor mutuo y al prójimo, no debemos reunirnos, especialmente en grupos grandes, ni debemos tocarnos o abrazarnos unos a otros”.
Añadieron que “es tiempo de tocar el corazón de los demás con lo que decimos, lo que compartimos y lo que hacemos – y lo que dejamos de hacer – para proteger la vida que Dios ama tanto. En ese amor, debemos adaptar nuestra manera de celebrar el culto y nuestra hermandad a las necesidades de estos momentos de pandemia para evitar el riesgo de convertirnos en fuentes de transmisión en vez de vehículos de la gracia”.
Tveit y Abuom invitan a la hermandad a hacer del domingo un día de oración por las personas más vulnerables, como los refugiados, los ancianos y las personas afectadas por el Covid-19, un día de oración por toda la hermandad y por una familia humana unida en todo el mundo.
Tveit y Abuom “encomiendan a todos a seguir los consejos y las recomendaciones prácticas que ofrecen las autoridades sanitarias intergubernamentales y gubernamentales para ayudar a proteger a los vulnerables en nuestra comunidad y en otras comunidades”.
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